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La gruesa se sube a la escena

El clima colaboraría con el agro nacional, y las últimas lluvias registradas desde el fin de semana pasado están recomponiendo el perfil hídrico de las principales regiones productivas.

El clima colaboraría con el agro nacional, y las últimas lluvias registradas desde el fin de semana pasado están recomponiendo el perfil hídrico de las principales regiones productivas.
infocampo
Por Infocampo

Un fracaso en la campaña sojera realmente podría desequilibrar una multiplicidad tan inconmesurable de variables, que van desde los planes sociales hasta las cotizaciones internacionales de la oleaginosa. Pero, tranquilos (Lavagna inclusive), la siembra se está realizando en fecha y hasta en algunos lugares “ya se generó la cultura y el ajuste tecnológico para adelantar el calendario” y optimizar aún más las prácticas culturales ligadas al cultivo, explicó a Infocampo el coordinador del área técnica de AACREA, Guillermo Bernaudo.

También el clima colaboraría con el agro nacional, y las últimas lluvias registradas desde el fin de semana pasado están recomponiendo el perfil hídrico de las principales regiones productivas (lamentablemente, no alcanzaron a aliviar la situación de los vapuleados trigos). Además, los expertos están pronosticando “buenas lluvias para los próximos dos meses, lo que genera excelentes condiciones para la soja y hace prever una campaña optimista”, remarcó Eduardo Sierra, profesor de la Facultad de Agronomía de la UBA y asesor de Climagro.

Recompuesta la humedad del suelo, el gran custodio del poroto argentino ante el avance de la roya sería enero, mes en que los climatólogos esperan más calor y temperatura que lo habitual.

“La seca de enero puede ayudar a matar las esporas de roya de la soja que hayan proliferado en noviembre y diciembre, cuando la planta no tiene una alta susceptibilidad”, enfatizó Sierra.

“El diagnóstico es muy exacto -completó Bernaudo- ,porque enero es un mes clave para determinar si la roya avanza hacia el sur o se demora”. El año pasado fue a principios de marzo cuando la plaga dio su repique hacia el sur y los cultivos no registraron grandes daños.

Pero, a no descuidar el monitoreo permanente de los lotes, porque “son muy peligrosos los rocíos nocturnos de febrero y marzo”, recomendó Juan Alberto Forte Lay, especialista del Conicet y la Consultora en Climatología Aplicada (CCA).

La sustentabilidad agrícola depende del preciado maíz

En la actualidad, los costos para la implantación del cereal lo hacen inviable en campos alquilados y neutro en campos propios. Este “detalle” no es menor, si se piensa al cultivo como verdadero garante de la sustentabilidad. La ausencia del cultivo como motor de la rotación en SD “sería una verdadera hipoteca de la agricultura a corto plazo”, sentenció a Infocampo el empresario agropecuario Marcos Rodrigué. Además, el maíz “es el cultivo que más derrama beneficios sobre las economías regionales, la soja no reporta ganancias para los pueblos, el que lo hace es el maíz”, recalcó el gerente general del Grupo La Redención Sofro.

La oleaginosa y su película en el socio regional

Brasil ya tuvo el primer aviso de la roya. La enfermedad que afectó a 4 M de t de soja en la cosecha 2003/2004 asomó a la luz en el estado de Mato Grosso, región que aún no se repone de los focos de aftosa en Mato Grosso do Sul. Al igual que con la patología bovina, con el hongo las autoridades advierten que podrían existir más casos. Además, este año la evidencia de la enfermedad se adelantó, con respecto a 2004/2005, cuando la primera comunicación fue el 10 de noviembre. La incidencia de la humedad en las esporas es un factor de permanente preocupación por parte del Embrapa, aunque la seca registrada en el nordeste también debe revertirse si se pretende arrancar con la siembra de soja. Estimaciones privadas indicaron que Brasil espera una cosecha de entre 57 y 59 M de t, contra las 51 M del período anterior.

La tríada se prepara para el gran estreno

Con casi el 50% de la superficie implantada con soja, de acuerdo a estimaciones privadas, la cosecha de la oleaginosa prometería un nuevo récord productivo. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó una cobertura cercana a las 15,6 M de has, un 6,3% más que en la campaña 2004/2005, cuando se implantaron 14,67 M de has y se cosecharon 38,3 M de t.

Sin embargo, la entidad advirtió que esta superficie “está condicionada al escenario climático en el corto plazo”, situación que resultaría satisfactoria para el cultivo, de acuerdo con los últimos pronósticos.

De todas formas, de continuar el período seco, “siembras originalmente pensadas para el maíz en la región occidental se volcarían a la soja, como también aquellas áreas trigueras, que seriamente afectadas por sequías y heladas, serían abandonadas y ocupadas con el poroto”, explicaron desde la Bolsa porteña, antes de predecir que, entonces, “la superficie total treparía algo más de la magnitud proyectada actualmente”, por lo que seguiría siendo un buen pronóstico para la protagonista absoluta de la campaña gruesa.

En el caso del maíz, todos confirman una caída en la superficie. Para el grano comercial y forrajero, la entidad estimó una cobertura de 2,85 M de ha, lo que representaría una caída del 11%. El girasol, en tanto, evidencia a la fecha un 34,5 % de la intención prevista, proyectada en 2,25 M de ha, con un adelanto de 10 puntos con relación a igual fecha del año anterior.

Marianela Garbini

mgarbini@infocampo.com.ar

El clima colaboraría con el agro nacional, y las últimas lluvias registradas desde el fin de semana pasado están recomponiendo el perfil hídrico de las principales regiones productivas.
infocampo
Por Infocampo

Un fracaso en la campaña sojera realmente podría desequilibrar una multiplicidad tan inconmesurable de variables, que van desde los planes sociales hasta las cotizaciones internacionales de la oleaginosa. Pero, tranquilos (Lavagna inclusive), la siembra se está realizando en fecha y hasta en algunos lugares “ya se generó la cultura y el ajuste tecnológico para adelantar el calendario” y optimizar aún más las prácticas culturales ligadas al cultivo, explicó a Infocampo el coordinador del área técnica de AACREA, Guillermo Bernaudo.

También el clima colaboraría con el agro nacional, y las últimas lluvias registradas desde el fin de semana pasado están recomponiendo el perfil hídrico de las principales regiones productivas (lamentablemente, no alcanzaron a aliviar la situación de los vapuleados trigos). Además, los expertos están pronosticando “buenas lluvias para los próximos dos meses, lo que genera excelentes condiciones para la soja y hace prever una campaña optimista”, remarcó Eduardo Sierra, profesor de la Facultad de Agronomía de la UBA y asesor de Climagro.

Recompuesta la humedad del suelo, el gran custodio del poroto argentino ante el avance de la roya sería enero, mes en que los climatólogos esperan más calor y temperatura que lo habitual.

“La seca de enero puede ayudar a matar las esporas de roya de la soja que hayan proliferado en noviembre y diciembre, cuando la planta no tiene una alta susceptibilidad”, enfatizó Sierra.

“El diagnóstico es muy exacto -completó Bernaudo- ,porque enero es un mes clave para determinar si la roya avanza hacia el sur o se demora”. El año pasado fue a principios de marzo cuando la plaga dio su repique hacia el sur y los cultivos no registraron grandes daños.

Pero, a no descuidar el monitoreo permanente de los lotes, porque “son muy peligrosos los rocíos nocturnos de febrero y marzo”, recomendó Juan Alberto Forte Lay, especialista del Conicet y la Consultora en Climatología Aplicada (CCA).

La sustentabilidad agrícola depende del preciado maíz

En la actualidad, los costos para la implantación del cereal lo hacen inviable en campos alquilados y neutro en campos propios. Este “detalle” no es menor, si se piensa al cultivo como verdadero garante de la sustentabilidad. La ausencia del cultivo como motor de la rotación en SD “sería una verdadera hipoteca de la agricultura a corto plazo”, sentenció a Infocampo el empresario agropecuario Marcos Rodrigué. Además, el maíz “es el cultivo que más derrama beneficios sobre las economías regionales, la soja no reporta ganancias para los pueblos, el que lo hace es el maíz”, recalcó el gerente general del Grupo La Redención Sofro.

La oleaginosa y su película en el socio regional

Brasil ya tuvo el primer aviso de la roya. La enfermedad que afectó a 4 M de t de soja en la cosecha 2003/2004 asomó a la luz en el estado de Mato Grosso, región que aún no se repone de los focos de aftosa en Mato Grosso do Sul. Al igual que con la patología bovina, con el hongo las autoridades advierten que podrían existir más casos. Además, este año la evidencia de la enfermedad se adelantó, con respecto a 2004/2005, cuando la primera comunicación fue el 10 de noviembre. La incidencia de la humedad en las esporas es un factor de permanente preocupación por parte del Embrapa, aunque la seca registrada en el nordeste también debe revertirse si se pretende arrancar con la siembra de soja. Estimaciones privadas indicaron que Brasil espera una cosecha de entre 57 y 59 M de t, contra las 51 M del período anterior.

La tríada se prepara para el gran estreno

Con casi el 50% de la superficie implantada con soja, de acuerdo a estimaciones privadas, la cosecha de la oleaginosa prometería un nuevo récord productivo. La Bolsa de Cereales de Buenos Aires estimó una cobertura cercana a las 15,6 M de has, un 6,3% más que en la campaña 2004/2005, cuando se implantaron 14,67 M de has y se cosecharon 38,3 M de t.

Sin embargo, la entidad advirtió que esta superficie “está condicionada al escenario climático en el corto plazo”, situación que resultaría satisfactoria para el cultivo, de acuerdo con los últimos pronósticos.

De todas formas, de continuar el período seco, “siembras originalmente pensadas para el maíz en la región occidental se volcarían a la soja, como también aquellas áreas trigueras, que seriamente afectadas por sequías y heladas, serían abandonadas y ocupadas con el poroto”, explicaron desde la Bolsa porteña, antes de predecir que, entonces, “la superficie total treparía algo más de la magnitud proyectada actualmente”, por lo que seguiría siendo un buen pronóstico para la protagonista absoluta de la campaña gruesa.

En el caso del maíz, todos confirman una caída en la superficie. Para el grano comercial y forrajero, la entidad estimó una cobertura de 2,85 M de ha, lo que representaría una caída del 11%. El girasol, en tanto, evidencia a la fecha un 34,5 % de la intención prevista, proyectada en 2,25 M de ha, con un adelanto de 10 puntos con relación a igual fecha del año anterior.

Marianela Garbini

mgarbini@infocampo.com.ar

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