Los productores de trigo deberán prepararse para atravesar una campaña turbulenta ante una probable mayor intervención oficial en el mercado del cereal como producto de la restricción de oferta que se prevé en 2008/09.
‘Va a haber una mayor presión del Estado para que los precios no se escapen, en virtud de la escasez de saldo exportable que va a tener
‘Esta disminución en la producción de trigo traerá bajas en los precios a partir de una mayor intervención oficial para asegurar el abastecimiento interno’, indicó López a Infocampo, para luego agregar que ‘existe una gran incertidumbre en el mercado triguero dado que no se conocen las reglas de juego’.
¿Es posible hacer alguna recomendación ante este escenario a los productores de trigo? ‘La mejor opción es tratar de concretar algún contrato futuro y vender rápido a un precio no menor de 190 u$s/tonelada para cubrirse ante eventuales bajas’, respondió el especialista.
Estimaciones preliminares de Agritrend indican que en el ciclo 2008/09 la producción argentina de trigo sería del orden de 12,5 M/toneladas versus 16,0 en la campaña anterior. Mientras que la superficie de siembra a nivel nacional rondaría las 4,70 M/hectáreas, una cifra 15% menor a la registrada en la campaña anterior.
Por su parte, Javier Buján, presidente de la corredora Kimei Cereales, señaló que ‘la lógica lleva inevitablemente a pensar que va a ser un mercado mucho más intervenido ante una menor producción local’.
‘Es muy complejo establecer estrategias de comercialización de trigo en el actual escenario, pero en todos los casos se recomienda aplicar pisos con alguna combinación de venta a futuro’, agregó Buján.
El pasado 18 de abril el gobierno nacional volvió a intervenir el registro de trigo (por sexta vez consecutiva en lo que va del presente año, pero, a diferencia de las anteriores, esa vez lo hizo por tiempo indeterminado). Entre los fundamentos de la nota SP 306/08 de
Posteriormente, en mayo el gobierno abrió de manera parcial y temporaria el Registro de Declaraciones Juradas de Ventas al Exterior de Trigo hasta completar un cupo 100.000 toneladas que debían tener como destino exclusivo el mercado brasileño (obligando a los exportadores a comercializar la mercadería a un destino en particular).
