Familiares de un motociclista que murió tras un choque con un automovilista entraron este domingo presuntamente armados al hospital Fiorito del partido bonaerense de Avellaneda, con el objetivo de agredir a los médicos del centro asistencial, según publicó Minuto Uno.
Los doctores estuvieron más de seis horas escondidos en la guardia ante la presencia de las personas que, según denunciaron, los amenazaron de muerte.
Sin embargo, familiares de la víctima y el ministro de Salud bonaerense, Alejandro Collia, negaron que se hayan producido amenazas con armas a los facultativos.
Los médicos denunciaron, en declaraciones a los medios, que las agresiones comenzaron tras la muerte de un paciente que fue asistido en el hospital y que había sufrido graves heridas en un accidente de tránsito ocurrido en Dock Sud.
Miriam Cobos, jefa de guardia del hospital, dialogó con C5N y contó que este domingo sufrieron “agresiones tanto físicas como verbales”. Luego explicó que “se calmó la situación y hay más personal policial”, pero los profesionales de la salud no se encuentran tranquilos y las personas que los amenazaron “tenían armas de fuego”.
“Estas situaciones cada vez son más frecuentes, sobre todo los fines de semana”, sostuvo y agregó: “Las situaciones de estrés dificultan nuestro trabajo”. La doctora explicó que la situación estaba más calmada, aunque aclaró que igual no podían salir del lugar.
Indagada sobre el motivo de la violencia, contó que en este caso particular se inició tras el fallecimiento de uno de los pacientes. “Agredieron directamente al personal, nosotros hacemos medicina, no milagros”, resaltó.
En tanto, Myriam Etchecoin, médica de guardia, habló con Radio 10 y explicó la situación que vivía junto a sus colegas por no poder salir del lugar. “Empezaron a decir que nos iban a matar”, contó.
La doctora contó que “cuando el hombre murió se le dio la noticia a la familia y ellos se pusieron violentos”. “La familia nunca entendió que somos médicos que estamos trabajando para ellos, que intentamos salvarle la vida al paciente”, enfatizó.
“Esto es constante. Recibimos constantemente amenazas, no es nuevo. A veces abrimos la puerta y se nos abalanzan, estamos constantemente amenazados”, afirmó la médica.La delegada Marité Sosa, sostuvo en declaraciones televisivas que “por supuesto que había armas de fuego” como así también amenazas de muerte.
Además, confirmó que eso “lo está denunciando en sede policial el médico que estaba a cargo de la guardia”.
Sin embargo, Estela, tía de una de las víctimas, aseguró: “Mi familia no usa armas. A mi me dio impotencia que saquen ese título de que usamos armas porque tengo a mi tía, a mi suegra, que sufren problemas cardíacos y no les hace bien”, agregó e insistió: “Mis familiares patearon cosas, se enojaron, pero armas no tenían”.
En esa misma línea, Alejandro Collia, ministro de Salud bonaerense, se hizo presente en el hospital y aseguró que “no hubo armas” y que los médicos fueron a declarar ante la Justicia para aclarar los hechos.
