El Sindicato del Petróleo y Gas Privado del Chubut realiza un paro de 48 horas desde las cero horas de este lunes ante la falta de acuerdo salarial con las cámaras empresariales, medida que podría extenderse por 72 horas e impactar en el normal suministro del país.
La decisión fue tomada el sábado en un plenario de los petroleros en Comodoro Rivadavia, mientras el secretario general del gremio, Jorge Ávila, fue quien confirmó la huelga “de 48 horas a partir de las primeras horas del lunes”, según consignó iProfesional.
“A partir del viernes o lunes se podría extender a 72 horas”, alertó el dirigente, quien evaluó, además: “Logramos un plan de lucha”.
Sin embargo, el Sindicato del Petróleo y Gas Privado de Neuquén, Río Negro y La Pampa a cargo de Guillermo Pereyra, dijo aceptaba la oferta de 30% de aumento salarial establecida por el Ministerio de Trabajo, por lo que dispuso disminuir a 24 horas el paro, ya que es “imposible” desactivar en tan poco tiempo una medida de fuerza, señaló.
Se espera para mañana un nuevo encuentro de la dirigencia con el Gobierno y la cámara empresaria. En caso de no llegar a un acuerdo salarial, se anunció que las medidas de fuerza se extenderán por 72 horas y de persistir la situación el lunes 4 de julio empezará un paro por tiempo indeterminado.
El paro de actividades se resolvió a nivel nacional a raíz de la negativa de las operadoras a garantizar las fuentes laborales como condición adjunta al acuerdo de una nueva pauta salarial para el sector.
Petroleros Privados Chubut, junto a los otros dos sindicatos que forman parte de la cuenca del Golfo San Jorge -Jerárquicos de la Patagonia Austral y Convencionales de Santa Cruz- acordó el cierre y paralización de yacimientos de petróleo y gas como también de las plantas de Termap, tanto en Comodoro Rivadavia como en Caleta Olivia.
Además, se cerrarán todas las bases y oficinas petroleras, de empresas contratistas y proveedores de la industria hidrocarburífera y de bases de servicios de transportes petroleros.
En el inicio del plenario, el secretario del Sindicato de Petroleros Privados de Chubut señaló que la negociación salarial comenzó en febrero, momento en el que se pidió una suba del 30% y una suma fija de 30 mil pesos. Incluso gremios como el de Neuquén solicitaron un 40% de incremento.
Asimismo, Avila comentó las consecuencias que traería la reducción horaria de tareas en algunos sectores. “Sufrimos el salario de ocho horas y por eso el trabajador ha sufrido el achicamiento de su salario”, ,marcó.
Así explicó que frente a la caída de la actividad, en esa mesa del salario las empresas plantearon la discusión sobre fijar turnos de ocho horas de trabajo -sin horas extras- ante lo cual los gremios aseguraron que podrían aceptar esa reducción pero que se garantice que no se producirá ningún despido hasta julio de 2017.
La cámara empresaria respondió a los pedidos con un 20% de aumento a pagar de manera escalonada y se establecieron tres mesas de negociación, la de la Federación, la de Neuquén y la de los petroleros de Chubut, Santa Cruz y Mendoza, pero en ninguna hubo acuerdo.
Después de una oferta de los empresarios de una suma fija de 15 mil pesos y un aumento prorrateado a marzo de 2017 del orden del 25%, a nivel nacional, los dirigentes petroleros de las distintas cuencas resolvieron iniciar un plan de lucha y retirarse de la mesa de la negociación.
Cómo es el paro
Los integrantes del plenario aseguraron que el paro que será este lunes y martes se desarrollará sin piquetes. “La moción es demostrar que podemos parar la actividad en el país sin un solo piquete y demostrar al gobierno que es por ellos que hacemos esta medida, porque nos empujaron”, argumentó Avila.
En ese sentido, remarcó que se importa petróleo y que eso genera mayores inconvenientes en la producción interna. “Compran un barco y no la producción argentina. El gobierno paga incentivos que se los quedan las refinadoras porque el gasoil y la nafta no bajan de precio”, reclamó.
“Si las operadoras no pueden vender petróleo a las refinadoras, es imposible que los equipos vuelvan a subir. El Gobierno nacional nos aprieta y dice que si no aceptamos esto quedaremos con la gente en la calle porque van a importar más barcos”, sentenció.
“Hay trabajadores que cobran $15.000 o $18.000 y no llegan a fin de mes, entonces hay que arreglar salarios lo más rápido posible, pero también tener garantías de que vamos a tener trabajo, que van a haber controles. Y no que se diga que no hay puertos para descargar los barcos y después resulta que hay diez barcos que se han descargado, y que hay un montón de operadoras chiquitas que no le pueden vender petróleo a nadie porque (las refinadoras) están comprando o importando”, concluyó