El presidente de Monsanto Latinoamérica Sur, Luiz Beling, adelantó que en un término de tres a cuatro meses –entre julio y agosto– la multinacional tendrá listo el nuevo estudio de impacto ambiental, encargado a expertos extranjeros, para destrabar la radicación del semillero de maíz en Malvinas Argentinas.
“Tenemos tiempo, tenemos paciencia, pero también la necesidad de tener la planta, porque va a seguir creciendo el cultivo de maíz en los próximos años. Estamos comprometidos con Córdoba, pero estamos empezando a mirar, si no sale (la radicación agroindustrial) cuál es el plan B, C, o D”, expresó en alusión a la factibilidad de dejar sin efecto estas inversiones en la provincia.
El brasileño, que lleva nueve meses al mando de Monsanto en la región, aclaró que la compañía no evalúa mudar el proyecto a Rojas, provincia de Buenos Aires, donde tiene otro semillero de maíz y que aún sostiene la decisión de radicar una oficina de investigación en Río Cuarto.
“Por ahora, seguimos con el estudio de impacto ambiental. Monsanto está en Río Cuarto hace muchos años; Dekalb (su marca de híbridos de maíz) creció por lograr el control del Mal de Río Cuarto (un virus que afecta al cultivo). Por eso estamos comprometidos en tener esa estación operando”, dijo.
Beling señaló a La Voz del Interior que “la comunidad (de Malvinas Argentinas) hoy entiende mucho más qué hace una planta de maíz”, lo que le facilitaría al semillero la licencia social que algunos grupos le objetan. “Por eso para nosotros es importante seguir dialogando con la comunidad y cumplir con el estudio de impacto ambiental”, indicó.
Pero, ante una pregunta de este diario, interrogó si una eventual consulta popular “será la mejor manera para seguir invirtiendo en la provincia”.
“Para mí, hacer una audiencia pública y saber qué piensa la comunidad sería bueno. Pero una consulta popular, y dejar que la decisión sea, no una decisión de la Provincia, sino una decisión del pueblo, no sé si será la mejor manera para seguir invirtiendo y creciendo en la provincia”, afirmó.
Aun así, aclaró que la compañía hará “todo lo que haya que hacer” para cumplir los requisitos normativos y los que determinen las autoridades competentes.
También planteó que “sería muy importante contar con el apoyo de la Universidad Nacional de Córdoba”, en línea con la mesa de diálogo que propuso al Gobierno provincial. “Sería bueno tener el apoyo de la UNC para validar esto y también tranquilizar un poco a la comunidad. Contratamos para el estudio de impacto ambiental a una compañía muy renombrada internacionalmente; pero sería bueno tener el apoyo de la UNC. Hemos estado conversando, pero hasta ahora no hemos tenido una respuesta”, mencionó.
La casa matriz de Monsanto, en Saint Louis, sigue “con preocupación” el proceso de radicación en Córdoba, donde ya colocó 45 millones de dólares. “Si no sale esta planta, el desafío es cómo lograr apoyo de la casa matriz para otro proyecto”, dijo Beling.
