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Edición génica en maíz y una revolución en trigo: el desafiante futuro de una empresa líder

Al año 2025, una empresa de trayectoria histórica en el mejoramiento de cultivo espera presentar grandes novedades a partir de la innovación genética.

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Por Infocampo

“El arte de la semilla” es exclusivo para los expertos. En este sentido, el planteo bien cabe para experimentados que llevan 166 años en el desarrollo genético.

Con tanta historia sobre los hombros, los desafíos planteados no son comunes. Así lo plantea la alemana KWS, con fines globales.

Un plan de acción que presentaron en Argentina y Brasil, la compañía sostendrá su inversión de 300 millones de euros anuales en investigación y desarrollo distribuidos en 13 cultivos, y la meta es seguir aportando un aumento de los rendimientos, de 1,5% por año, en cada unos de ellos.

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Como parte de este plan, entre las que está el maíz como uno de los cultivos más importantes para la región, la compañía alemana está trabajando en la tolerancia genética para ciertas enfermedades y plagas, a partir del desarrollo biotecnológico con un socio y con la mira puesta en el año 2030.

Sin embargo, más próximo en el tiempo, la apuesta para ellos es la edición génica. KWS tiene en esta técnica, la alternativa de mejoramiento genético prioritario, la aceleración del “breeding”. La edición, según explicaron, se trata de pequeñas modificaciones en el ADN (expresar o silenciar genes) para conseguir aumentos de los rendimientos.

Asimismo, uno de los aspectos más revolucionarios que plantea la compañía y que asegura que estará listo para el año 2025 es la hibridación de cereales, entre los que se destaca, el trigo y la cebada. Los planes de generar híbridos también implican a la papa.

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Por medio de generar híbridos, agregaron, los objetivos son generar materiales que aumenten los rendimientos a partir de la expresión del vigor híbrido (cruzamiento parental de dos líneas puras).

Entre otras de las novedades que incluyó el plan de trabajo, está que se sostendrá la inversión y la investigación global en tratamiento biológico de semillas, también el desarrollo de la tolerancia a la sequía en el cultivo de maíz, a partir de las evidencias del cambio climático, y la apuesta a la digitalización con el desarrollo de una plataforma de intercambio de información abierta.

REUNIÓN EN ARGENTINA

Los objetivos de trabajo para los próximos años los trajo, bajo el brazo, desde Alemania, el director ejecutivo de la compañía, Nicolás Wielandt. Para él, que está en la empresa desde el año 2006, fue su primera visita a la región en esta posición, que asumió a inicios de año, y representó la vuelta a la región productiva después de 11 años.

En Argentina, lo recibieron el gerente general en el país, Alejandro García, y el líder del negocio de maíz para la Sudamérica, el brasilero Marcelo Salles. Además, estuvieron integrantes del equipo agronómico argentino.

Wielandt, chileno e ingeniero agrónomo, conoce muy bien al maíz y también a los objetivos de KWS en este cultivo. Fue líder a nivel global del programa entre 2018 e inicios de este año.

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El directivo, más García y Salles, viajaron a la localidad de Pergamino (Buenos Aires), donde KWS tiene una de las dos plantas de procesamiento de semillas de maíz.

Para la Argentina, según gerente general en el país, el cereal seguirá siendo el cultivo prioritario, aunque reconoció que ya están trabajando con experimentaciones en remolacha forrajera en la zona de los Valles Irrigados de Norpatagonia y el sur de Buenos Aires.

“Fue muy bueno y positivo haber recibido, directamente, desde uno de los directores ejecutivos de la compañía que Sudamérica será protagonista en materia de inversión y crecimiento para KWS en los próximos años”, resumió García.

Directivos KWS

De izq. a der.: Marcelo Salles, Alejandro García y Nicolás Wielandt se reunieron en Pergamino.