Publicidad Cerrar X

El balance 2022 de la ganadería: un “desequilibrio” generalizado y el engaño de las cifras de faena

Según Raúl Milano, director ejecutivo del Rosgan, por primera vez en años, todos los eslabones están sufriendo algún tipo de problema. La sequía y el retraso de los precios son los principales vientos en contra que enfrenta la actividad.

infocampo
Por Infocampo

El Mercado Rosario Ganadero (Rosgan) realizó su balance de fin de año, en donde más allá de algunos indicadores positivos, advirtieron por desequilibrios en la cadena y el impacto generado por la seca.

La entidad también hizo hincapié en la situación que viven los corrales de engorde, con números en rojo y la falta de políticas para el sector por parte del Gobierno.

MIRA: El “efecto tenaza” que sufre la ganadería y ya complica a 2023

“La cadena de ganados y carnes, por primera vez en varios años, muestra situaciones no equilibradas sistémicamente, es decir no todos sus eslabones tienen situaciones positivas”, sostuvo Raúl Milano, director ejecutivo del Rosgan.

Este escenario deja asimetrías que deberán corregirse a futuro, según consideró. “La prolongación en el tiempo de la seca y la caída de ingresos, arriesgan situaciones que cada vez se hacen más difíciles de corregir con el paso del tiempo”, remarcó.

MIRÁ “Al rojo vivo”: la Sociedad Rural alertó por la crisis que vive la ganadería vacuna

En término de precios, el directivo consideró que si bien 2022 presentó un escenario generalizado de bajas en los precios, los últimos años fueron muy buenos tanto para productores como la industria exportadora.

“Si bien los precios muestran este año bajas pronunciadas en términos reales, la existencia de ciclos es algo habitual en el sector y no es posible pensar siempre en períodos de crecimiento eternos”, estimó.

UNA FAENA ENGAÑOSA

En 2022, Milano explicó que la faena se encuentra en niveles elevados porque los ganaderos se ven obligados a sacar su hacienda, al no poder tenerlos en los campos por falta de forrajes. Es decir, no hay que dejarse engañar y pensar que obedece a una cuestión de aumento productivo, sino a una crisis climática que obliga a reducir la carga en los campos.

“Muchas veces los períodos de mayor volumen de producción llevan a la equivocación de pensar que todo marcha bien, y esto no es así”, destacó y puso como ejemplo la seca de 2009/10, en donde se combinaron la seca y las políticas restrictivas para la exportación.

En paralelo, hizo un zoom sobre la delicada situación que viven los feedlots.  “Está pasando uno de los peores momentos, con precios al consumo estancados por la caída de ingresos e incrementos de costos por la situación del maíz”, dijo.

MIRÁ La paradoja de la carne bovina para 2023

Y agregó: “La pregunta del millón es cuánto tiempo más este eslabón puede seguir trabajando a pérdida, su descapitalización ya es un hecho visible ajustando cada vez más su rueda financiera”.

Desde la entidad también reclamaron que el sector ganadero necesita un plan estratégico global, en donde todos los eslabones de la cadena puedan pensar en el mediano y largo plazo.