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El peso completa el podio de las monedas que más perdieron durante el 2014

La depreciación de la moneda local, comparada a las del resto del mundo, no obedeció ni a la caída del petróleo ni a sanciones externas. Según los economistas, el fenómeno parece ser netamente monetario.

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Por Infocampo

Por el derretimiento del mercado cambiario global, las divisas más dañadas fueron la grivna ucraniana (47,9%) y el rublo (45,9%). El peso argentino, en tanto, completó el podio.Las devaluaciones nominales obedecen a distintos fenómenos. Pueden ocurrir por eventos que impactan sobre la economía real, como el caso de Ucrania y Rusia, o fenómenos puramente económicos como el “monetario” que se aplica para la Argentina.

Tal como publica Clarin, el debilitamiento del rublo obedeció a una combinación de dos factores “reales”: la caída del precio del petróleo y las sanciones aplicadas por los países de Occidente tras la invasión de sus tropas a Ucrania en agosto pasado. Noruega es otro ejemplo de una moneda debilitada por la caída del barril: la corona se depreció 18,3% en 2014.

La depreciación de las divisas es un movimiento que ayuda a compensar la caída de las exportaciones de los países. Pero esto sólo da resultados si los precios internos se mantienen constantes. De ahí que en la Argentina, la mayoría de los economistas no recomienda subir el dólar sin previamente coordinar medidas fiscales y monetarias.

La depreciación del peso en 2014, comparada a las del resto del mundo, no obedeció ni a la caída del petróleo ni a sanciones externas. “En nuestro caso, el fenómeno parece ser netamente monetario”, explicó al matutino el economista y decano de la Escuela de Negocios de la UTDT, Guido Sandleris.

El año pasado el Banco Central giró un récord de u$s147.000 millones al Tesoro en concepto de adelantos transitorios y utilidades. Según un cálculo del economista Federico Muñoz, si además se suman los dólares enviados para pagar deuda externa, la autoridad monetaria transfirió u$s28.900 millones.

“Es evidente que el peso no recuperará su salud si el fisco no encuentra fuentes de financiamiento más genuinas y menos dañinas”, vaticina Muñoz.

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