Joaquín Rabasa, coordinador de Regionales de Aapresid, visitió esta semana la región agrícola chaqueña, tras lo cual conversó con Infocampo sobre sus observaciones. âLa siembra directa es un sistema continuo, donde no hay interrupción de labranzas y se aplica a todos los cultivos del planteo productivo. En muchos casos, los productores realizan durante tres campañas sus siembras en directa, pero luego implantan girasol de manera convencional. En este caso, todo lo que pudo haber ganado el suelo en nutrientes lo pierde automáticamente.
âLa cotización actual del cultivo de girasol hace que los productores vuelvan o piensen en incorporarlo a sus rotaciones en la provincia del Chaco, debido a su clima monzónico ( llueve de noviembre a marzo y luego durante todo el otoño e invierno las precipitaciones son entre escasas y nulas).
âEsta condición climática hace que la siembra en directa del cultivo de girasol no sea tarea sencilla, porque el perfil no presenta la humedad adecuada para llevar adelante esta técnica. Sin embargo, este año se dio una característica muy especial: llovió más de 100 milímetros en junio, lo que provocó que el perfil esté apto para la siembra del cultivo de girasol en directa. Esta coyuntura impulsó a Aapresid a viajar a la zona para contactarse con los productores y explicarles los beneficios sustanciales de realizar siembra directa en este cultivo.
âDebido a que en la región chaqueña el girasol no es proclive a sufrir el ataque de plagas y que la competencia de malezas no es grave, los costos se concentran básicamente en la semilla y no son tan altos como en otras regiones. Esto convierte al girasol en un cultivo altamente rentable, más aún si luego siembran soja, en cuyo caso el esquema productivo es un negocio económicamente exitoso.
âSin embargo, hay que advertir que si se abandona o no se realiza siembra directa en estos suelos perderán absolutamente el fósforo y la materia orgánica, lo que devendrá en complicaciones posteriores ya que, como es habitual en la región, las lluvias torrenciales no penetrarán adecuadamente en el perfil.
âLas últimas estadísticas elaboradas por Aapresid estiman que alrededor de 19,8 millones de hectáreas sembradas en la Argentina están bajo el sistema de siembra directa. âSi bien el crecimiento es importante, aún hace falta más conciencia por parte de los productores de que éste es un sistema continuo, que no se debe abandonar, e instaurar la conciencia del aprovechamiento al máximo del perfil de humedad que pueda haber en el suelo y la acumulación de rastrojos, junto con una rotación responsable, que también debe incluir sorgo y maíz.â
Fertilización
El girasol es uno de los cultivos con menor desarrollo en siembra directa, debido a problemas de implantación en suelos compactados. Ante este problema, el Inta Pergamino trabaja en la fertilización profunda, técnica que consiste en la localización del fertilizante de 10 a 20 cm por debajo de la semilla. Requiere de un equipamiento especializado y en general responde más a los fertilizantes fosforados que a los nitrogenados.
