“El mercado brasileño ha recuperado fuerza y compra todo lo que le podamos mandar”, dijo Cristiano Rattazzi, presidente de Fiat Argentina y titular de la Asociación de Fábricas de Automotores (Adefa).
En el marco del lanzamiento del Nuevo Qubo y el Dobló en el Palacio Frers en la Rural, el empresario se mostró preocupado por la pérdida de competitividad y los efectos del desdoblamiento del mercado de cambios. “Todos los días nos encontramos con algo nuevo que nos impide trabajar a pleno”, dijo Rattazzi.
En este sentido, se refirió a las dificultades de abastecimiento de autopartes de producción local. “Parece que los autopartistas no han logrado adaptarse a las exigencias y complicaciones del mercado y dudan en habilitar un segundo turno de producción”.
Además, destacó que por tareas habituales de verificación “hay unos 4.000 autos para ingresar al país” varados en la Aduana.
“¿Pero hoy la industria está, en producción, un 20% por debajo del máximo histórico?” custienó Infobae en un aparte con el empresario. “Eso es producto de la retracción de los meses previos, ahora el ritmo diario de fabricación está en los máximos que podemos”, respondió un siempre cordial Rattazzi, cuya preocupación no se centra tanto ahora, sino en el segundo semestre de 2013.
Es que a partir de entonces visualiza dificultades para seguir exportando si no se corrigen los “problemas de pérdida de competitividad que genera vivir con una inflación de casi 2% mensual”.
Y si bien en lo que respecta al control de importaciones el cuadro se ha normalizado respecto de las trabas que aparecieron en los primeros meses de implementación de las DJAI (declaraciones juradas anticipadas de necesidades de importación), Rattazzi sostuvo en diálogo con periodistas que “no se sabe cuándo aparecen dificultades, hoy es el caso de la falta de fluidez en el abastecimiento de partes de fabricación nacional”.
Finalmente, el industrial se mostró preocupado por la acumulación de impuestos distorsivos. “Hace 10 años que venimos con un régimen de tributos que afectan el clima de los negocios, por eso no se puede opinar sobre la decisión de algunas provincias por querer aplicar un cargo sobre la venta de combustibles, refleja sus necesidades de caja”.

