El ingreso a la meseta del fenómeno de La Niña, el río Paraná y otros afluentes circundantes registran bajantes en su nivel hídrico. Al día de ayer, la altura del río Paraná llegó a los 2,96 metros, muy lejos de los 4,76 metros habituales para esta época.
Los defensores de la salud del Ambiente están muy preocupados con esta situación y esperan que se tomen medidas urgentes, sobre todo en la presión que los grandes frigoríficos realizan sobre el recurso ictícola. Con poca agua en el río, los arroyos y las islas no se inundan y los peces se quedan sin alimentos y tampoco pueden desovar.
El ingeniero Oscar Duarte, jefe del Departamento Hidrología de la Dirección de Hidráulica del Gobierno de Entre Ríos, explicó a Diario Uno que “La Niña que pasó hizo que el río Paraná baje en forma sistemática, ahora la previsión climatológica dice que a mitad de año se entraría a una neutralidad y después ingresaría El Niño, lo cual hará subir los niveles. Es un pronóstico a largo plazo”, advirtió Duarte.
Así, y de acuerdo a los parámetros y previsiones habituales, se espera la llegada de lluvias dentro de los próximos tres meses, las cuales se extenderán hasta diciembre.