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La olivicultura riojana hace punta

Infocampo visitó distintas fincas y empresas elaboradoras a fin de conocer los procesos productivos y la situación de la actividad en la provincia.

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Por Infocampo

Con 25.000 has implantadas con olivos y 180 mil toneladas de cosecha anual, La Rioja es la primera productora de aceitunas de mesa y la primera exportadora de aceite de oliva de la Argentina.

Invitado por el gobierno de La Rioja y el Consejo Federal de Inversiones (CFI), Infocampo visitó distintas fincas y empresas elaboradoras a fin de conocer los procesos productivos y la situación de la actividad en la provincia.

La olivicultura riojana nació en la zona de Aimogasta que junto la Capital y Chilecito, conforman hoy el trípode productivo olivícola.

Cuenta la leyenda que allá lejos y hace tiempo, el rey Carlos III de España mandó a destruir y quemar todos los olivos de América porque sus frutos de gran calidad resultaban ser una competencia peligrosa para la economía sevillana. Según la versión de los historiadores, en realidad, el monarca instó al Virrey Vertiz a consentir que no se planten viñas y olivares, ni que se elaboren paños en la Colonia.

Sin embargo, en Arauco, uno de los ejemplares fue salvado de la tala y a partir de él se obtuvieron los retoños que permitieron recuperar las plantaciones del valle para que resurja la producción. Este árbol, que actualmente tiene 500 años, se encuentra en el Distrito Arauco (de allí toma el nombre la única variedad de olivo argentina), fue declarado Árbol Histórico en 1946 y Monumento Histórico Nacional en 1980.

En 1953, el presidente Juan Domingo Perón, a través del decreto 7030, estableció el 24 de mayo como Día Nacional del Olivo.

Producción

Los olivos son veceros, es decir, que un año producen gran cantidad de frutos y al siguiente, muy pocos.  El fruto del olivo se puede cosechar verde o dejar madurar en el árbol para obtener la aceituna negra. Pero antes de las 48 horas posteriores a la recolección, la fruta se debe llevar a la planta procesadora para que no se dañe. La aceituna verde contiene oleouropeina, una sustancia que le otorga sabor amargo, y para quitárselo se la sumerge en una solución diluida de soda cáustica durante 10 a 12 horas. Luego se la lava y se la deja fermentar con ácido acético y salmuera por al menos tres meses. En cambio, la aceituna negra, madurada en la planta, solo se somete a este último proceso y se oxigena un par de veces al aire libre en las horas que el intenso sol riojano no castiga.

La variedad Manzanilla se cosecha durante los meses de febrero y marzo, en tanto, la variedad Arauco se recolecta desde marzo hasta abril. En La Rioja, el 75% de la cosecha es manual, llegando a trabajar entre 7 mil a 10 mil personas durante ese período.

El costo de cosecha de la aceituna es de 0.75 $ por kilo de fruta, mientras que el de producción se eleva a alrededor de 2 mil dólares por hectárea. Y el precio pagado al productor es de 0,50 a 0,55 $ por kilo.

El costo de la energía es el más importante en la olivicultura ya que el cultivo se realiza indefectiblemente bajo riego.

En tanto, el costo de transporte puede variar de 110 US$ por tonelada en barco hacia España o Egipto, a 240 US$ en camión hasta San Pablo.

De las 180 mil toneladas que se producen anualmente en la provincia, el 80% se exporta a países como Marruecos, Grecia, Brasil, España, entre otros, y el 20% se destina al mercado interno.

En promedio, a partir de un kilo de aceituna cosechada se puede obtener 150 gr de aceite de oliva.

Actualmente, los olivares están sufriendo el ataque de Verticillum, un hongo que perjudica a los frutos, y hasta el momento no se ha encontrado el modo de combatirlo.

Clúster

Bajo la órbita del Ministerio de Planeamiento e Industria de la Provincia de La Rioja encabezado por Rubén Galleguillo, se creó en septiembre el Clúster Olivícola integrado por productores, empresarios, trabajadores, proveedores, comercializadores, cooperativas, industriales y exportadores. En el mismo, también está representado el gobierno nacional a través del Ministerio de Agroindustria y de la Producción; el provincial a través del Ministerio de Planeamiento e Industria y Producción, y el Municipio de la Capital.

El Clúster recibe asesoramiento técnico del Servicio Nacional de Sanidad Agroalimentaria (Senasa), el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), el Conicet, la Universidad Nacional de La Rioja y la Universidad Tecnológica Nacional (UTN).

El objetivo es alcanzar mayores niveles de producción por asociación conjunta, captar nuevos mercados, aumentar el poder de negociación, bajar los costos, desarrollar nuevos productos, incorporar tecnología, mejorar la calidad y en consecuencia, lograr mayor estabilidad para las empresas.

Es que en los últimos tiempos, muchas fincas fueron abandonadas o han sido vendidas por falta de rentabilidad. Los altos costos productivos y de transporte, un tipo de cambio desfavorable, la falta de políticas a largo plazo para el sector y la vecería natural de la especie, conformaron un cóctel explosivo para la actividad. “Hoy las fincas están regaladas”, contaba a Infocampo un productor de Aimogasta que compró una finca de olivos de más de 400 has al mismo precio al que vendió su camión.

Un establecimiento modelo

En la ciudad capital de la Rioja, sobre la Ruta Nacional N° 38, se levanta Olives S.A., un establecimiento agroindustrial basado en un concepto empresarial moderno y sustentable que elabora productos de alta calidad.

La planta industrial de Olives cuenta con la más alta tecnología y un capital humano altamente capacitado, 45 personas que trabajan bajo un estricto control de procesos. Tiene una capacidad instalada de procesamiento de 12.000 tn anuales de aceitunas de mesa provenientes de plantaciones propias (70%) y de unas 35 fincas de la región (30%). De las 1.000 has propias, 300 se destinan a aceite y 700 a fruta. El rendimiento promedio de 10.000 kg/ha mientras que el costo de producción se ubica en los 2.000 dls/ha. Vale destacar que el cultivo se realiza con riego por goteo y solo reciben fertilizantes como insumo externo. Las máquinas pueden llegar a procesar dos camiones por hora. Apuntando al cuidado del ambiente, la soda caústica y parte de la salmuera, utilizadas en el proceso se recuperan en dos represas impermeables por evaporación. El 20% de la producción de Olives se comercializa en el mercado interno y el resto va a exportación, a quince países, siendo Brasil su principal comprador.

Integración para el éxito

La empresa Promas S.A. fue creada en 1993 a partir de los beneficios de la Ley 22.021 de Régimen Especial de Franquicias Tributarias, que tuvo por objeto estimular el desarrollo económico en La Rioja.

En 1994 inició la actividad agropecuaria a 15 km de la ciudad Capital, con una inversión proyectada en el orden de U$S 30.000.000 hasta el 2002 y previsiones para la agroindustria a partir del 2003 de U$S 6.000.000. Luego, en febrero de 2001, puso en marcha la actividad industrial instalando la primera línea de elaboración de aceite de oliva y en 2003 se procesaron con esta línea inicial 3.000 toneladas de aceitunas cosechadas.

Actualmente procesan 300 toneladas de aceitunas por día, con un equipo de recursos humanos de 82 personas trabajando en la finca, fábrica y administración.

Desde que la fruta ingresa para el molido hasta que se bate y centrifuga en el decanter para la obtención del aceite, no pasan más de 45 minutos. La planta tiene una capacidad de guarda de 2.000 tn y un 90% de la producción lograda se exporta

Pomas certifica programas de calidad para garantizar la inocuidad de sus productos, desde la materia prima que utiliza hasta la elaboración del aceite y asegura la trazabilidad de sus productos desde la cosecha (finca), extracción (fábrica), fraccionamiento y distribución.

Para hacer frente a los vaivenes de la producción olivícola y la falta de políticas para las economías regionales, la empresa instaló un feedlot que se encuentra funcionando exitosamente y pronto sumarán 300 has de cría y destinarán 200 has a la generación de energía solar

Una empresa de tradición

Al norte de La Rioja, en la ciudad de Aimogasta (departamento Arauco), cuna de la olivicultura argentina, se encuentra la planta de elaboración de aceite de oliva y aceitunas Hilal Hnos. Fundada en el año 1957, sus productos se obtienen, hasta el día de hoy, mediante procesos totalmente artesanales, los mismos que se utilizaban el siglo pasado. El aceite de oliva extra virgen se extrae mediante el método tradicional, con molino de piedra, prensa hidráulica en frío y filtrado por decantación natural. En la actualidad, trabajan 18 personas en Hilal y se procesa un millón de toneladas de aceituna, lográndose 150 tn de aceite de oliva.  El 10% de la fruta proviene de campos propios y el resto de fincas de Catamarca y La Rioja.

En esta empresa, los olivares de la variedad riojana Arauco se cosechan manualmente. Desde su recolección hasta el almacenamiento final, los frutos no reciben ningún producto químico o mecánico que lo altere.

Conocida internacionalmente, la variedad Arauco se desarrolló naturalmente en los alrededores de Aimogasta, favorecida por el clima de la región. Las aceitunas presentan gran tamaño y un sabor peculiar, se las cosecha verdes o maduras –negras- para llevarlas a la mesa, o bien transformarlas en conserva, pasas, salmuera o aceite de oliva.

Como vimos, en La Rioja, conviven establecimientos y empresas que trabajan con alta tecnología y otras que producen de manera artesanal. Para todos hoy, la clave es afinar el manejo, ganar eficiencia y diversificar la producción para no caerse del tablero.

 

Por Mariela Vaquero

@kittyvaquero

vaqueromariela@hotmail.com – mvaquero@infomedia.com.ar