Los productores locales definitivamente están abandonando el cultivo de ajos, sobre todo el de variedad blanca, de exportación, que posicionó en el pasado a la provincia de San Juan como productora de calidad en los mercados internacionales. A pesar de la devaluación que mejoró los costos, los productores dicen que aún están lejos de alcanzar la competitividad necesaria con costos internos muy altos respecto a los precios de venta internacionales. Ante ese escenario hasta el momento se han sembrado unas 700 hectáreas para la temporada 2014-2015, según cálculos de la Cámara de Ajeros. Esta cifra representa una reducción del 30 por ciento respecto a las 1.000 hectáreas de la temporada pasada, y un 75 por ciento menos respecto a las 2.800 hectáreas que había hace 8 años, en la temporada 2006-2007, según publicó Diario de Cuyo.
Si bien hay unas 300 hectáreas menos que el año pasado, en la entidad que nuclea a los productores están esperanzados en las conversaciones que mantienen con el Ministerio de Producción y esperan alguna medida oficial -tipo subsidio para plantar o incentivo a la caja de exportación- que pueda incentivar la plantación en el sector privado, para al menos igualar la cifra de hace un año. De acuerdo al calendario de siembra aún hay tiempo para los próximos 15 días. De todos modos, hasta ahora no se advierten señales en las oficinas del Ministerio de Producción capaces de hacer revertir la situación, aunque las autoridades dicen que “lo están estudiando”.
“Creo que este año no pasamos las 700 hectáreas, la siembra más baja seguro desde hace 40 años, cuando no se exportaba ajo desde San Juan y la superficie cultivada no era tan grande”, dijo Javier García, presidente de la Cámara de Productores, Empacadores, Exportadores de Ajos y Afines, tras un sondeo entre los socios.
Exportación
La reducción de la superficie sembrada no es nueva. El sector ajero tuvo su auge en la temporada 2006-07 al alcanzar 2.800 hectáreas en San Juan pero luego empezó a declinar por la sequía primero y luego el tipo de cambio retrasado con inflación de costos. Este año tampoco tiene grandes expectativas de exportación porque los clientes europeos consiguen la caja a 20 dólares frente al promedio de 28 dólares del ajo local. Por eso es que directamente achicaron la superficie de siembra, como Juan Manrique. “Este año he plantado sólo 2 hectáreas y media, un 10% menos que el año pasado”, dijo el productor pocitano. “Somos muchos los que vamos a sembrar menos, no sé si llegaremos a la misma cantidad del año pasado”, dijo otro productor, Alfredo Figueroa. “Estamos muy complicados pero no podemos dejar los galpones, el personal”, agregó. Según dicen en la Cámara, lo que se achica en ajo se siembra en semillas, cebolla o tomates, para el mercado interno. Es el caso de Bruno Perín, histórico referente ajero, hoy dedicado a la producción semillera. “Los precios internacionales son más altos que hace 10 años, pero los costos internos, el flete, los insumos, son elevadísimos. Hoy hay un desfasaje del 30% en relación de los ingresos con los costos”, dijo Perín. Recordando la época en que se sembraron 2.800 hectáreas en San Juan agregó que “son millones de dólares que no ingresan porque el productor fue desapareciendo”.
Esta baja en la actividad impactó en las plantas de empaque sanjuaninas: de un total de 14 plantas que funcionaron en la provincia, en la actualidad quedan sólo media docena.
En la Cámara están expectantes por algún salvataje oficial, solicitado por el sector. “Estamos viendo qué puede hacer el Ministerio de Producción para dar un envión a la actividad. Todavía tenemos tiempo de sembrar más hectáreas, si hay alguna señal puede haber una reacción del sector productivo”, dijo García.
El ministro del área, Marcelo Alós, admitió las conversaciones pero dijo que en la esfera oficial aún no hay nada decidido.
