En los registros de la Sociedad Rural Argentina cada año se inscriben 10.000 animales nacidos por transferencia embrionaria. Pero se estima que los nacimientos logrados bajo esta técnica alcanzan a los 20.000 vacunos.
Obtener un toro por esta técnica cuesta 1.498 kilos de novillos. Si el kilo vivo de novillo cotiza a $ 2,33, su costo asciende a los $ 3.490. Según Munar, al final del proceso el productor se encontrará con un animal de pedigrí con toda la información genética e histórica necesaria. Hay que tener en cuenta que en muchos remates se paga ese importe por un toro puro controlado.
El costo varía si el productor no tiene que comprar la genética o si ya cuenta con ella. Si debe comprarla el costo asciende a 1.498 kilos de novillos y sino es de 901 kilos o $ 2.029. El valor de la genética es uno de los items de mayor peso en la estructura de costos estimada por Munar, quien indicó que el costo de un embrión de un animal de genética de primer nivel, pero orientado a la producción, promedia los u$s 250.
En el caso de que el productor necesite comprar la genética, tiene que añadir entre sus costos un 12% por pérdidas a causa de abortos o aparición de distocia. Este gasto equivale a 90 kilos de novillos o $ 209. Ese 12%, señaló Munar, corresponde al nivel de casuística estimado en la producción por estos problemas. Otro gasto es el costo de inscripción en la SRA que es de 50 kilos de novillos o $ 116,5. A su vez se estima un gasto de creep feeding hasta los dos meses de edad de 30 kilos de novillos y otros 90 kilos por la alimentación hasta el destete. En estos casos el gasto es de $ 69,9 y $ 209,7. Otro ítem que contempló Munar fue una pérdida estimada en el 5% entre los nacimientos y destetes que es de 51 kilos o $ 118,33. La alimentación del toro hasta los 24 meses, cuando alcanzaría los 650 kilos, cuesta 318 kilos o $ 745. Los gastos de sanidad suman 65 kilos o $ 151,5, el estudio de las Deps otros 10 kilos o $ 23,3 y se estima una mortandad o lesiones del 5 % que significan 44 kilos de novillo o $ 102,5.
La suma de estos gastos es de 1.498 kilos de novillos o $ 3.490.
En el caso de que se tratara de una vaquillona, el costo de producción asciende a 1.375 kilos o $ 3.203. Los gastos son prácticamente los mismos. Los que varían son estos: el costo por la suplementación hasta los 24 meses, cuando alcanza un peso de 470 kilos, es de 143 kilos o $ 333,19. La sanidad se reduce a los 20 kilos de novillos o $ 46,6, la inseminación a tiempo fijo es de 40 kilos o $ 93,2. Las pérdidas estimadas por mortandad o infertilidad alcanza el 8%, que son 101 kilos de novillos o $ 235,33.
Munar sostuvo que la transferencia embrionaria tiene un costo bajo y sin riesgo para el productor ya que este paga por el resultado obtenido. “Si producir una vaquillona de pedigrí cuesta 733 kilos de novillos que equivalen a $ 1.707 y el valor de mercado es de $ 3.000, es un muy buen negocio”, comentó. En el caso de los toros, el costo no llega a los 1.500 kilos, o $ 3.490, el mismo valor de un toro puro controlado pero con la genética de un animal de pedigrí.
En cuanto al desarrollo de la técnica, Munar consideró positivo su uso en rodeos comerciales como herramienta para la producción de reproductores de pedigrí seleccionados por sus características físicas y genéticas y, fundamentalmente, por su fertilidad.
Respecto de qué hembra puede ser receptora, Munar señaló que deben estar vacías, tener buen estado corporal, saber que se trata de una vaca fértil y que se adapte fácilmente al clima y oferta forrajera del establecimiento.
Multiovulación
Munar señaló que para obtener 100 preñeces por transferencia embrionaria, se debe contar con, al menos, 30% más de receptoras.
El especialista indicó que las estimaciones señalan que de una vaquillona en celo se puede obtener como máximo un embirón por colecta haciendo uso del sevicio tradicional.
En cambio, si se recurre a la multiovulación, se pueden conseguir entre 5 y 6 embriones por colecta. El tratamiento se puede hacer 5 veces con lo cual se logran 25 por año.
Munar destacó que la técnica no permite mejorar la genética sino multiplicarla. âLo único que mejora la genética es la genética mismaâ, finalizó Munar.
