En el Norte Argentino se registran intensas lluvias desde principios de año, que complican las labores de cosecha necesarias para el comienzo de la campaña 2015. Allí se sitúa el 95% de la producción de limón del país y se desempeñan los controles de calidad de ALL LEMON – la certificación de calidad para los limones argentinos de exportación.
La demora es difícil de estimar debido a las condiciones imperantes y a los pronósticos de los próximos días, que reflejan condiciones de gran inestabilidad climática.
Si bien las plantaciones de Tucumán se recuperaron respecto al 2014, todavía no han alcanzado su nivel promedio de producción, y además deberán abastecer la molienda para cumplir contratos de suministro de productos procesados.
“Para esta campaña contaremos con un mayor volumen de limón en relación con la campaña 2014, lo cual es positivo porque lograremos abastecer mejor la demanda,” explica Romain Corneille, presidente de ALL LEMON.
“Respecto de la cosecha, las precipitaciones obstruyeron entradas a las fincas, destruyeron puentes en toda la región, obstruyeron caminos y rutas, y desbordaron ríos, con lo cual desde hace unas semanas es difícil el acceso de los cosechadores a las plantaciones y esto implica demoras y costos adicionales inevitables.
“Ser pacientes, cautos y responsables en el manejo de la fruta y de las estructuras es lo que nos permite trabajar con un mayor profesionalismo.”
Más allá de esta circunstancia, ALL LEMON Tested & Certified for Export continua trabajando para asegurar a sus clientes el mayor de los cuidados y una garantía de confianza en la fruta que recibe bajo este sello.
“El objetivo es, ante todo, acercar tranquilidad a los mercados y a los clientes, brindándoles las mayores garantías posibles de que recibirán una fruta de calidad cuidada y reconocida como es la ALL LEMON”, explica Carlos Parravicini, vicepresidente de ALL LEMON.
