Los habitantes de Luján viven momentos de incertidumbre por la copiosa lluvia que cayó en las últimas horas, que provocó una enorme crecida del cauce que atraviesa la mencionada localidad bonaerense y motivó que los bomberos declararan el alerta naranja.
El anegamiento de las zonas más cercanas al río Luján revivió el temor de que se repita la inundación que se produjo en noviembre de 2012, cuando el nivel de la cuenca superó los 5 metros y provocó daños en miles de hogares e incluso en la tradicional Basílica.
En esta ocasión el agua vuelve a poner en peligro las instalaciones de la emblemática iglesia católica y ya obligó a la evacuación de más de 40 personas. “El río crece de a 10 centímetros por hora”, explicó Mauricio Cerruti, suboficial del cuartel de bomberos de Luján. “Por suerte no hubo víctimas ni heridos, en eso podemos quedarnos tranquilos”, apuntó.
Para evitar problemas mayores o al menos atenuar los efectos de la inundación, las autoridades pidieron a los vecinos que, dentro de lo posible, “corten la luz de los medidores” y “tomen todos los recaudos posibles”.
Los sectores más afectados -cuenta el sitio LujanHoy- son La Loma, San Fermín, San Jorge, Santa Marta y Padre Varela. Como las dificultades son cada vez son mayores, las autoridades ya habilitaron el polideportivo de la ciudad para alojar a las personas más perjudicadas.
En algunos barrios la inundación no se produjo sólo por la crecida del río: Lanusse, Los Gallitos, Parque Lasa, Zapiola, Juan XXIII y Ameghino, entre otros, se vieron afectados por la falta de escurrimiento en calles desagües y zanjas.
“Cuando tenemos un nivel de 4 metros, la crecida ya es importante. Hay que esperar porque estas horas son decisivas. Todo depende del clima”, explicó Cerutti en declaraciones a radio La Red. “Estimamos que el agua llegará al casco histórico y a las zonas más bajas de la ciudad”, advirtió el representante de los bomberos de Luján.
