El uso y conservación del suelo en nuestro país, no es un tema menor a tener en cuenta, ya que nuestra producción futura de alimentos dependerá de su correcta utilización y resguardo de los recursos naturales.
Para evitar desprendimientos de suelo a causas de la erosión, o por causas antrópicas como el uso de maquinaria agrícola, excesiva carga de ganado en un lote y demás, se debe tener en cuenta el historial de uso de ese territorio, como es la conformación de los suelos, que productividad presentan, cuál es su capacidad de uso, cual es el riesgo a erosionarse y similares cuestiones.
Los resultados de estas variables, se observan en los mapas de suelos y en esta oportunidad, Infocampo trae a conocer cómo se elabora un mapa de estas características a través de la Cátedra de Manejo y Conservación de Suelos de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires.
En uno de sus apartados denominado “Nociones para la cartografía, caracterización e interpretación de suelos”, los profesionales de la cátedra explicaron lo siguiente:
El principal propósito del levantamiento de suelos es posibilitar la realización de predicciones más precisas, numerosas y útiles sobre usos específicos de las tierras.
Para lograr este objetivo, es necesario determinar el patrón de distribución de suelos, dividiendo la superficie del terreno en unidades relativamente homogéneas, cartografiar dichas unidades y caracterizar sus propiedades de modo de poder inferir el potencial productivo de las tierras para diferentes usos, así también como evaluar las respuestas de las mismas ante diferentes alternativas de manejo.
El levantamiento de las tierras se desarrolla en dos etapas:
1- Se describen y cartografían los suelos poniendo la mayor atención en la caracterización de las propiedades más relevantes por su elevado valor diagnóstico. Surge de esta primera fase, el Mapa Básico de Suelos que consta de cartografía y memoria descriptiva completa.
2- Se realiza la evaluación de la aptitud de las tierras, utilizando clasificaciones utilitarias que permitan traducir o interpretar la información referente a características externas, morfológicas, biológicas, químicas y físicas.
La escala es muy importante y está determinada por el propósito que persigue el mismo en concordancia con el detalle requerido. Cuanto mayor sea la información que se quiera extraer, más grande debe ser la escala.
Los cinco rangos de escala son los siguientes: esquemáticos, de reconocimiento, semidetallado, detallado y superdetallado.
Síntesis metodológica para el levantamiento de suelos a escala detallada
• Reunión de antecedentes: consiste en el estudio de la información existente vinculada con aspectos climáticos, topográficos, geomorfológicos, edafológicos y agronómicos del área o predio a relevar.
• Fotointerpretación: a partir del análisis de las geoformas, los diseños de drenaje, erosión, sedimentación y otros elementos vinculados a la fotointerpretación de procesos formadores del paisaje y la constitución del terreno, se elabora una cartografía básica y preliminar.
• Trabajo de campo: se efectúa a tal fin un relevamiento mediante la apertura de calicatas y perforaciones de apoyo. Los perfiles de suelo son descriptos siguiendo las normas del “Soil Survey Manual”.
• Trabajo de laboratorio: las muestras obtenidas en el paso anterior, son ordenadas, comparadas y analizadas en sus aspectos físicos, efectuando luego los análisis físicos y químicos de laboratorio pertinentes. Los procedimientos mas frecuentes para analizar
Análisis mecánico
Color de suelo
Carbono orgánico total
Nitrógeno total
Calcáreo
pH
Conductividad eléctrica
Humedad equivalente
Humedad de saturación
Marchitez permanente
Trabajo de Gabinete
Una vez concluido el relevamiento de suelos y los exámenes de laboratorio, se reinterpretan los fotogramas creándose una nueva cartografía, a partir de la cual se prepara el mapa definitivo de suelos.