Las modificaciones incorporadas consisten en un incremento de las prestaciones, elevando el monto mínimo de $150 a 250 y el máximo de $360 a 400 mensuales.
También se incorporó a este sistema una nueva prestación de dos meses de duración para aquellos trabajadores rurales que hayan cotizado al Renatre entre 6 y 11 meses en los 3 años anteriores al comienzo de su situación de desempleo.
Además, se estableció que a todos aquellos trabajadores mayores de 45 años que perciben un beneficio equivalente al 70 % del monto originario de la prestación, se les otorgará una extensión de ésta por un lapso de seis meses.
Con este sistema de prestaciones por desempleo, el Renatre le devolvió a los trabajadores rurales un derecho que les había sido quitado en 1991, cuando la normativa que entró en vigencia los excluyó del cobro de este beneficio, a pesar de que los empleadores continuaban realizando los aportes al Fondo Nacional de Empleo, lo que generaba un verdadero acto de injusticia social contra los trabajadores rurales y de abuso contra los empleadores.