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“Murieron de hambre”: el relato de un productor que perdió más de 60 animales por no poder entrar a San Luis

Marcelo Aguado es productor y hace 40 años tiene un campo en la provincia a la que no pudo entrar desde el inicio de la cuarentena. Más de 25 animales murieron por hambre e intoxicación y otros casi 40 desaparecieron del establecimiento en ese tiempo.

Carola Urdangarin
Por Carola
Urdangarin

Un conflicto tiene en vilo a productores de Córdoba, Mendoza, La Pampa y San Luis desde inicios del aislamiento dispuesto por el Gobierno Nacional para prevenir el contagio de Covid-19. Después de intensas manifestaciones y cortes de ruta, se logró un protocolo para que quienes tienen o alquilan un establecimiento rural en la provincia que gobierna Rodríguez Saá. Sin embargo, ocho meses de parate dejaron su huella.

Marcelo Aguado es productor y dueño de un campo a 40 km al norte de La Toma, San Luis, desde hace 40 años. Hace 21 días está en su establecimiento intentando “salvar” lo que se puede salvar. Pero las consecuencias ya están a la vista: por los ocho meses que no pudo entrar, perdió más de 60 animales.

“Unos 25 se murieron tanto por intoxicación como por hambre porque no pude entrar con rollos o fardos. Esto se podría haber prevenido porque concretamente no tuvimos mayores problemas de agua, no nos quedamos sin pasto, pero al ser tan seco y de mala calidad el que teníamos, no le proveyeron los nutrientes necesarios a los animales y se murieron”, contó Aguado a Infocampo.

La solución hubiese sido suplementar o moverlos a lugares más aptos. Básicamente, necesitaba poner en marcha una estrategia de manejo que las restricciones para circulan imposibilitaron: “Hay acciones que tiene que hacer sí o sí el dueño del campo, y no pude hacerlo. Presenté todos los permisos y cumplí los protocolos, pero recién pude entrar a ocho meses. Como está pasando lo mismo con La Pampa, no pude siquiera todavía ingresar a esa provincia para traer un carro y mover a los animales para que no sigan muriendo”.

“Es una tristeza absoluta y las pérdidas son grandes en serio. Además de las muertes por hambre e intoxicación, desaparecieron del campo otros 40 animales y hubo robos, todas cuestiones que no pude atender por no poder llegar”, dijo.

Mientras sigue intentando tramitar permisos para mover a los animales que le quedan a La Pampa, Aguado pide: “Que se dejen de joder, queremos trabajar. Mientras perdemos tiempo en varios hisopados y permisos, se nos sigue muriendo el ganado”.

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