En el marco del juicio por los presuntos sobornos en el Senado durante la presidencia de Fernando de la Rúa, el acusado arrepentido Mario Pontaquarto se asumió como un “corrupto”, pero aseguró que “ha tratado de cambiar” su vida durante estos años de proceso, según publica Infobae.
“Yo fui un corrupto pero he tratado de cambiar mi vida, y estoy orgulloso de eso”, manifestó hoy Pontaquarto, responsable de haber divulgado cómo el gobierno de la Alianza pagó sobornos a senadores peronistas a cambio de votar la Ley de Flexibilización Laboral, en abril de 2000, escándalo que provocó la renuncia del ex vicepresidente de la Nación, Carlos “Chacho” Álvarez. “Ahora la Justicia tiene que decidir”, remarcó.
En diálogo con radio Del Plata, el ex secretario parlamentario señaló que “el desarrollo del juicio fue normal, con la presencia de más de 150 testigos del ámbito gremial y político”, y advirtió que “fue difícil demostrar las pruebas” en la investigación por las coimas.
Sin embargo, confió en el valor de testimonio, a partir del cual la fiscal Sabrina Namer pidió la pena de seis años de prisión al ex presidente De la Rúa por el delito de “cohecho activo agravado”. La carátula de la causa refiere a su condición de jefe del Estado, por la “afectación de la confianza pública” en el funcionamiento tanto del Poder Ejecutivo como del Legislativo.
“Conté toda la verdad y mi credibilidad no estuvo en duda a lo largo de todo este juicio”, manifestó Pontaquarto, y consideró como “ilógica y disparatada” la teoría de que su historia fue inventada, como parte de una conspiración contra el gobierno aliancista para deslegitimarlo.
“La fiscal desbarató la posibilidad de que esto sea un complot para desprestigiar a un gobierno que además ya se había ido muy desprestigiado”, comentó.
Ayer, la fiscalía pidió también seis años de prisión para el ex jefe de la SIDE, Fernando de Santibañes, en tanto que para los ex senadores justicialistas Augusto Alasino, Remo Costanzo, Ricardo Branda y Alberto Tell requirió la misma cantidad de castigo pero por el delito de cohecho pasivo.
En tanto, Namer declinó formular acusación penal contra el entonces ministro de Trabajo Alberto Flamarique y pidió su sobreseimiento al entender que no fue probada su participación en la maniobra.
Durante su alegato, la funcionaria judicial evaluó como “plenamente probada” la maniobra de corrupción concretada cuando Pontaquarto entregó en el domicilio del también ex senador del PJ Emilio Cantarero una valija con 4,3 millones de pesos convertibles a dólares, que un día antes había retirado de las oficinas de De Santibañes en la SIDE.
“Yo intente cambiar mi vida, ser reconocido también como buena persona”, afirmó Pontaquarto. “Estos años fueron duros para mí porque tuve alejamiento de mi familia – continuó- y también tuve que volver a reinsertarme en el mercado laboral”. El juicio se encuentra en su etapa final.
