El clima seco previsto para los próximos días en la región agrícola núcleo de la Argentina ayudará a evaporar los excesos de agua generados por las fuertes lluvias de la última semana, que podrían reducir los rendimientos de la soja 2013/14.
Según estimaciones del propio Gobierno, la principal zona sojera de la Argentina –el exportador más importante del mundo de aceite y harina de la oleaginosa– recibió abundantes lluvias a partir de la segunda mitad de enero, luego de una prolongada sequía.
Si bien en su mayoría fueron favorables para el cultivo, cuya producción el Gobierno estimó en un récord de 54 millones de toneladas, en las últimas semanas se tornaron excesivas y podrían terminar recortando los rendimientos.
“La perspectiva (climática) indica que el tiempo acompañará con la lenta evaporación de estos excesos. Viento algo intenso y días soleados que llegaron con la mejoría de las condiciones colaborarán con que se consuman las reservas excesivas”, dijo el Ministerio de Agricultura, según replica un cable de la agencia Reuters.
En la última semana cayeron entre 150 y 240 milímetros de agua en la principal zona agrícola argentina, lo que generó “temores por eventuales pérdidas de rendimiento por dehiscencia (apertura temprana) de vainas (de soja)”, como también por la expansión de enfermedades fúngicas.
A su vez, las abundantes precipitaciones recientes generaron importantes demoras en la cosecha del cultivo.
Hasta el jueves, los productores habían recolectado el 14% del área cosechable de los 20,3 millones de hectáreas sembrados con soja 2013/14, unos 11 puntos porcentuales detrás del ritmo del ciclo previo, según datos oficiales.

