En un encuentro con la diócesis provincial, el gobernador bonaerense, Daniel Scioli, mostró su “compromiso y voluntad inclaudicable de luchar contra la droga”. Allí, además, agradeció el documento de la Conferencia Episcopal al que consideró “como un aporte para tomar conciencia y no como una acusación, pensado para unir y no para dividir a los argentinos detrás de este gran problema”, según publicó Minuto Uno.
De este modo, buscó diferenciarse de otros sectores del oficialismo que la semana pasada habían salido a cuestionar a la Iglesia por sus declaraciones en torno a la problemática del narcotráfico. Para Scioli, la reunión de este lunes fue “una oportunidad de diálogo y reencuentro”.
En ese sentido, sostuvo un acuerdo con la postura pastoral de “no militarizar el debate”, y opinó que se debe acompañar la actuación policial con “acciones que ataquen las causas profundas, desde la salud, la educación, la cultura, el deporte y los valores familiares”.
“La participación ciudadana y la responsabilidad de los medios de comunicación son claves para el abordaje integral de esta problemática”, agregó. En ese marco, monseñor Fernando Maletti, de la Diócesis de Merlo, dijo que “tanto la droga como el narcotráfico son un flagelo”, y remarcó que “en muchos barrios hay una cantidad de zapatillas colgadas, que indican la venta de drogas”.
Maletti explicó que “el conurbano no es la excepción en este tema, sino que afecta a todo el país, tanto el consumo como el tráfico de drogas” y sostuvo que “la idea principal es cómo resolvemos en conjunto esta triste realidad”.
De la reunión participaron los obispos de Avellaneda-Lanús, Rubén Frassia; de Merlo-Moreno, Fernando Maletti; de Quilmes, Carlos José Tissera; de San Isidro, Oscar Ojea; de Lomas de Zamora, Jorge Lugones; de San Justo, Baldomero Martini, y de Morón, Luis Guillermo Eicchorn.
Scioli, en tanto, acudió con algunos de sus principales ministros como Alejandro Granados (Seguridad), Ricardo Casal (Justicia) y Alejandro Collia (Salud).
