Durante la apertura del seminario: âBioenergía: desafíos para la Argentinaâ, que se desarrolló hoy en el Palacio San Martín, y del que participaron entre otros funcionarios, el secretario de Energía de la Nación, Daniel Cameron y el representante Regional de la FAO, José Graciano da Silva, el secretario de Agricultura Campos manifestó que existen grandes posibilidades de cooperación y que el ejemplo de Brasil ânos permite acortar distancias para impulsar aquí el desarrollo de los biocombustiblesâ.
El seminario, que es el primero que se realiza en nuestro país y estuvo organizado por el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto y la FAO, contó con la participación de técnicos, de la Secretaría de Agricultura, de la Secretaría de Energía, de la Secretaría de Industria, dela Secretaría de Medio Ambiente y de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, quienes expusieron aspectos referidos a la futura conformación de la matriz energética, al suministro de materias primas, a aspectos tecnológicos y a nuevos desarrollo, como así también al marco legal definido por la ley de Promoción de Biocombustibles.
Por su parte, el representante de la FAO, José Graciano da Silva, instó a pensar en los actores sociales de manera de que âno se repita la exclusión que se dio con el petróleo en el Oriente Medio y que sea posible su sostén en el plano político, brindando empleo e incluyendo a la agricultura familiarâ.
En ese sentido, el Ing. Miguel Almada, del Programa Nacional de Biocombustibles de la SAGPyA, explicó las ventajas con las que cuenta nuestro país para el desarrollo de la bioenergía, entre las que destacó las grandes extensiones de tierra para los cultivos tradicionales y no tradicionales, la eficiencia del complejo aceitero y la capacidad sostenida en cuanto a la producción de granos.
Por otra parte, Almada destacó que âlas oportunidades que se presentan para nuestro país como exportador son muy favorables, ya que la legislación de la Unión Europea exige que para el año 2010, el 5,75% del transporte terrestre se movilice con combustibles alternativos, por lo que esa región deberá importar el 50% de las materias primas destinadas a ese finâ.
