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Un método alemán usa madera podrida para mejorar la productividad de los suelos con limitaciones

Se trata del hugelkultur, una técnica que posee múltiples ventajas y sirve para todo tipo de suelos. Cómo preparar la cama de cultivo y los detalles.

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Por Infocampo

En las explotaciones agrícolas, la calidad del suelo juega un papel fundamental para obtener buenos resultados en las actividades. En este sentido, las limitantes que presente condicionan en gran medida al rendimiento del cultivo.

Es así, como en Alemania desarrollaron los “cultivos en cama elevada” o el “hugelkultur” (“hugel” significa montículo y “kultur”, por su parte, cultivo), una técnica agrícola muy antigua y recomendable para la huerta urbana. Se utiliza en lugares donde el suelo tiene varias limitaciones (suelos compactados, áreas con mal drenaje, humedad limitada, entre otros).

Puntualmente, consiste en preparar camas elevadas de jardín llenas de madera podrida. Cada cama tiene material orgánico, nutrientes y bolsas de aire para la siembra.

Para llevarlo a cabo, debe construirse una especie de lecho elevado. Allí,  debe llenarse el centro de materia orgánica y restos de troncos para que haya retención hídrica, proliferación de vida y una fertilización en el suelo a largo plazo.

hugelkultur cama levantada infocampo

Secuencia luego de realizar la técnica. El orden de los dibujos va de izquierda a derecha y de arriba a abajo la técnica luego de un mes; luego de un año; luego de dos años y luego de 20 años. Fuente: Paul Wheaton

las Ventajas
  • Sirve para todo tipo de suelos.
  • Cultiva un lecho casi sin irrigación.
  • Amplía el área cultivable en un metro cuadrado ya que es alta.
  • Puede utilizar las maderas podridas, ramas y troncos.
  • Además de ser una técnica simple de ejecutar y a muy bajo costo, requiere poca agua porque el líquido se retiene por la acumulación de materia orgánica.
el método paso a paso
  1. En primer lugar, una vez establecida la ubicación, se debe excavar el suelo aproximadamente a 70 cm de profundidad para estabilizar la pila, formada por troncos y ramas en forma de pirámide colocados sobre la tierra desnuda.
  2. Colocar los restos de los troncos más grandes. Luego una capa de ramas y palos y luego hojas caídas. (Se recomienda evitar el uso de cedros, nueces u otras especies de árboles que generan sustancias químicas y son considerados alelopáticos).
  3. Regar abundantemente.
  4. Rellenar los huecos entre los troncos con materia orgánica, compost y estiércol.
  5. Cubrir con una capa de aserrín y paja.
  6. Sembrar las semillas en el lecho.
  7. Alrededor de las plántulas sembradas, se sugiere usar un mantillo de hojas secas, procedentes de la poda, de la hierba o de la recolección de las hojas de los árboles. Esta estrategia sirve para mantener la humedad en el suelo.

Cabe destacar que el lecho debe ser preparado con varios meses de antelación antes de la temporada de siembra. De esta forma, ayudará a retener la humedad de la zona, recuperar la fertilidad del suelo y mejorar el drenaje.

En tanto, el material se entierra para que se descomponga mediante al acción microbiana y libere nutrientes al suelo se pueda utilizar para los lechos tradicionales cuando se desmonta el cerro. Mientras más alto se encuentre, más ancho deberá ser para evitar deslizamientos de tierra.