Durante el encuentro se abordó la evolución de un rubro que en la actualidad registra una significativa progresión, con exportaciones en torno al 50% de lo que produce. El Estado, a través del Programa de Financiamiento Productivo del Bicentenario, contribuyó de manera capital al exponencial desarrollo de esta actividad.
También, se analizó la necesidad de unir sinergias entre la CAB y la Comisión Nacional Asesora en Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), encargada de realizar evaluaciones de riesgo ambiental. La CONABIA depende de la Secretaria de Agricultura, está constituida por representantes del sector público y privado, y su función es asesorar sobre la conveniencia de la comercialización de productos modificados genéticamente.
El titular de la cartera agropecuaria destacó la importancia de trabajar con la CAB y dijo que “el Estado continuará aunando esfuerzos con el sector privado, tanto para el desarrollo científico y tecnológico como para la apertura de nuevos mercados”. En ese sentido, Yauhar manifestó que “de la diversidad y del intercambio surge la construcción del futuro”, y aseguró que “es fundamental la utilización de los recursos naturales en forma sustentable”.
Además, el Ministro remarcó que “las políticas del Gobierno Nacional impulsadas por la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, posibilitaron la activa participación de ingenieros, técnicos y científicos argentinos, que aportaron de manera sustancial a la generación del agregado de valor que el país necesita para sus industrias”.
En este sentido, la seguridad alimentaria fue uno de los ejes del encuentro, especialmente la responsabilidad que significa para la Argentina continuar consolidándose como uno de los países líderes en la provisión a nivel mundial de más alimentos, de mejor calidad.
Por su parte, Gustavo Grobocopatel, presidente de la empresa Bioceres y secretario de la Cámara, consideró que “es clave la sinergia entre el sector público y privado, porque la biotecnología requiere de inversiones a largo plazo, que las empresas no pueden afrontar por sí solas, y por otro lado, el Estado es fundamental para que el conocimiento y el desarrollo alcancen a toda la sociedad”.
En tanto el presidente de la CAB, Alberto Alvarez Saavedra, afirmó que para continuar en ese camino de liderazgo “la inversión en investigación, tecnología y recursos humanos altamente capacitados son imprescindibles. Además, el trabajo conjunto con la CONABIA nos va a permitir contribuir a una biotecnología sustentable, que asegure la calidad de los productos que se desarrollen y comercialicen tanto a nivel nacional como internacional”.
A su vez, Federico Nicholson, director de Ledesma, remarcó que las empresas que integran la Cámara “son de capital nacional”, y coincidió en la necesidad de “articular los recursos del Estado con los del sector privado”.
La CAB está integrada por empresas de primera línea de la industria agropecuaria, alimenticia, combustibles y farmacéutica, entre otros muchos sectores que incluyen biotecnología en algunos de sus procesos.
Acompañaron al Ministro, el Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Lorenzo Basso; y el Subsecretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías, Oscar Solís.
Otros representantes de la Cámara que estuvieron presentes en el encuentro son: Graciela Ciccia (Grupo Insud), Valentina Carricarte (Gador): Luis Palacios y Sergio Fandiño (Molinos Rio de la Plata); Pablo Roemmers (Amega Biotech); Federico Rojkín (Wiener Laboratorios), Ricardo Yapur (Rizobacter), Isaías Drajer (Laboratorio Elea); Federico Trucco y Claudio Dunan (Indear), Rodolfo Bellinzoni (Biogénesis Bagó); Sergio Nardelli (Vicentín); Juan Carlos Bidegaray (Biosidus); Esteban Corley (Pharmadn); Gabriel Raya Tonetti (Arcor), Cesareo Lacchiondo (Laboratorios Beta).