Publicidad Cerrar X

Afirman que gracias a las BPA, en una ciudad bonaerense no hay presencia de agroquímicos en sangre y orina

Un estudio llevado a cabo en la localidad bonaerense de Alberti y realizado en conjunto por la municipalidad y el ministerio de Salud, fue concluyente sobre las Buenas Prácticas Agrícolas.

infocampo
Por Infocampo

Un estudio realizado en conjunto por la secretaría de Salud de Alberti, Buenos Aires, y el ministerio de Salud de la Nación, determinó que gracias a las Buenas Prácticas Agrícolas, todos los pacientes analizados no presentaron presencia de agroquímicos en sangre y orina.

“Hicimos un estudio bastante grande para un lugar como Alberti junto con el Ministerio de Salud, para saber si algún vecino podía tener alguna patología relacionada con el uso de glifosato, que era el producto que más se utilizaba”, explicó Jorge Gaute, Secretario de Salud de Alberti, según publicó la Cámara de Sanidad Agropecuaria y Fertilizantes.

Y continuó: “Nuestro estudio incluyó un importante cuestionario que técnicos del Ministerio llevaron adelante con más del treinta por ciento de los vecinos del barrio. No sólo preguntaron a los albertianos acerca de los agroquímicos, sino también sobre el uso de insecticidas y de otros productos domésticos potencialmente peligrosos, que se emplean en forma indiscriminada y de los cuales no hay mucha conciencia”.

“Llevamos los análisis a otro partido, a Pergamino, ya que queríamos saber si había glifosato en las muestras y aquel hospital era el único en la provincia que hacía ese análisis”, indicó Gaute, pero lo más importante: “Los resultados fueron bastante buenos, porque no tuvimos alteraciones en sangre ni repercusiones en el organismo por el glifosato. En cuanto a la orina, pasó exactamente lo mismo, no hubo presencia del herbicida. Se pidió que viniera una técnica de Bragado, una ciudad vecina pero de otro municipio, para que todo fuera imparcial. Se llevó todo a analizar a otro lugar, y no a un laboratorio local, para que no quedaran dudas”.

Según Gaute, los resultados fueron buenos porque los productores de los campos lindantes al barrio habían tomado todas las precaucio nesnecesarias: “Tenían en cuenta la incidencia de los vientos en el momento de fumigar, se mantenían alejados de los cursos de agua, etcétera. Fíjese que en ese mismo campo, cuyos efectos relevamos hace cinco años, el dueño de la tierra hizo después dos casas para sus hijos. Nadie manda a vivir a los suyos a una tierra contaminada”, afirmó.

“En el hospital no tenemos casos de gente que haya tenido problemas por manipular agroquímicos. A lo mejor, antes de que surgieran todas las precauciones actuales, quizás pudo aparecer alguna excepción en personas mayores, con otras patologías de base. Si nos remontamos a treinta, cuarenta años atrás, seguramente debió haber existido algún tipo de patología, porque en el campo la gente manejaba los agroquímicos con la mano desnuda -sin equipos de protección personal-. Ahora es totalmente distinto, tienen mucha precaución, muchos elementos, indumentaria adecuada y un marco normativo muy diferente”, informó.

Y concluyó: “Sería bueno repetir el relevamiento de aquí a dos años, para poder comparar resultados y ver la evolución, porque la información derrumba prejuicios”.