Carlos Casamiquela desembarcó ayer con fuerza en el Ministerio de Agricultura. Solicitó que todos los secretarios y subsecretarios presentaran sus renuncias y comenzó a armar lo que será su equipo de trabajo, con el que buscará relanzar el Plan Estratégico Agroalimentario 2020, dejado en el mayor de los olvidos durante la gestión de Norberto Yauhar.
La presidenta Cristina Fernández de Kirchner encomendó a Casamiquela la tarea de reflotar el programa y convocar a todas las cadenas de valor.
Por lo pronto los dirigentes de la mesa de enlace rural no percibieron ningún cambio en la relación con el Gobierno. Le enviaron una carta para felicitar a Casamiquela por su nuevo cargo y le solicitaron una audiencia para arribar “a soluciones concretas”. Las cuatro entidades ruralistas quedaron excluidas de la convocatoria que hizo el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, a empresarios y gremios
En cuanto a los hombres y mujeres que acompañarán a Casamiquela, la jornada inaugural de su gestión estuvo cargada de rumores sobre alejamientos y llegadas de muchos funcionarios, muchos que trabajan o pasaron por organismos técnicos ligados al campo, como el Inta y el Senasa.
Según pudo reconstruir El Cronista, aparecen como inamovibles Emilio Pérsico, al frente de Agricultura Familiar; y Carla Campos Bilbao, subsecretaria de Producción Agropecuaria y esposa del intendente de Morón. No seguirá Lorenzo Basso, secretario de Agricultura desde la gestión Domínguez. Anoche sonaba para reemplazarlo Gabriel Delgado, que de Legal y Técnica del Inta y ex directivo de Parques Nacionales. Tampoco estarán Alejandro Lotti y Arturo Videla, subsecretarios de Ganadería y Lechería respectivamente.
Otros que se irían son Haroldo Lebed, director de Emergencia Agropecuaria; y Miguel Rosetto, jefe de Gabinete de Yauhar. Ex jefes del Inta y Senasa, como Carlos Paz y Jorge Amaya suenan como probables incorporaciones al gabinete de Casamiquela. De ser así, Agricultura volvería a poblarse de “kirchneristas puros”.
