La confirmación del brote de influenza aviar en nuestro país encendió las alarmas de la industria avícola, que por primera vez en su historia sufre los embates de este virus.
Tras la confirmación de los primeros casos, el Gobierno nacional anunció una serie de medidas para controlar esta situación, mientras aparecen nuevos positivos en todo el territorio nacional.
Tras el primer caso detectado en Jujuy, se conocieron nuevos positivos en diversas regiones como Salta, Córdoba, Santa Fe, Buenos Aires y hasta Neuquén. Por el momento, la influenza se presentó en aves silvestres o de corral, pero el temor radica en que se extienda al ámbito comercial.
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En este momento, la acción conjunta entre los ámbitos públicos y privados tienen como prioridad evitar el ingreso de la influenza en el circuito productivo.
“Si entra al circuito comercial, tanto en pollo como en huevo, están en juego algo más de U$S 400 millones en exportaciones”, ratificó Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (Capia).
En diálogo con Infocampo, el directivo recordó cómo fueron las acciones que realizaron desde la aparición de casos en países como Estados y Chile, advirtió que los trataron de “alarmistas” cuando advirtieron sobre la posibilidad de un brote en Argentina y destacó el trabajo que lleva a cabo el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).
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-¿Cómo fue el abordaje de Capia para alertar sobre la influenza aviar?
-Hace dos años que venimos capacitando y concientizando sobre esta enfermedad. En dos años, realizamos más de 37 capacitaciones, concientizaciones y reuniones, tanto con sector publico y sobre todo con el privado. Siempre abordando esta potencial situación y al principio muchos nos trataron de alarmistas, exagerados y temerosos. Lamentablemente, el tiempo nos dio la razón.
-¿Cuáles fueron las primeras luces de alarma?
-En Chile ya hubo casos en 2006 y 2015. Te podría decir que venimos con este tema desde hace más de una década, sabíamos que en algún momento iba a ingresar. Cuando ocurrió en Estados Unidos, tuvieron grandes dificultades para su erradicación. En 2020 volvió a ocurrir en ese país y nosotros pensamos que se les fue de control y que en cualquier momento empezaba a diseminarse por todas partes. Y eso es lo que está pasando ahora.
Javier Prida: “Muchos nos trataron de alarmistas, exagerados y temerosos”
-Ustedes trabajaron junto a profesionales de diversas disciplinas para entender cómo se origina este problema. ¿A que conclusiones arribaron?
-A la influenza aviar la traen las aves migratorias y nosotros empezamos a estudiar su comportamiento con las rutas migratorias. Empezamos a notar que las rutas comenzaron a cambiar. Entonces, todos los factores de análisis que teníamos conducían a que en cualquier momento llegaba sí o sí. Lo que teníamos que hacer era prepararnos para recibirla. Fue lo que hicimos durante dos años. En 2021, bajo protestas y enojos, nos decían que no perdamos el tiempo.
-¿Quiénes protestaban?
-Había importantes jugadores de la industria que soslayaron esta situación. Al principio no le daban al tema la entidad que si le dimos desde Capia. Nosotros avisamos y sugerimos de empezar a trabajar todos juntos y si bien comenzamos solos, luego se fueron sumando productores y cámaras.
-¿En que momento se dieron cuenta que esto desembarcaría en Argentina?
-Cuando llegó a países como Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, que no la tenían. Cuando nos avisan de Bolivia, que la peste está de este lado de la cordillera nos dimos cuenta que faltaban semanas o días para que nos llegue a nosotros. Hoy estamos todos extremando medidas de bioseguridad, con un muy buen trabajo de articulación público-privada.
-¿Cómo sigue todo de ahora en más?
-Cuando esto pase, porque en algún momento debería pasar, el Senasa y las cámaras tendremos que hacer una concientización fuerte. No perdamos de vista que en España, Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Suiza, Estados Unidos y Canadá la influenza está desde hace un año y todavía no la pueden erradicar.
