En un comunicado, el Centro de la Industria Láctea (CIL) afirmó que “no se observan motivos de conflicto ni escenario de crisis que expliquen semejante accionar contra las empresas, lo que es observable a la vista del importante crecimiento de la producción (10 por ciento en el presente año y 30 por ciento acumulado desde 2004)”.
Según la entidad, la industria “está realizando el mayor esfuerzo para acompañar al gobierno en el proceso de estabilidad de precios y el mantenimiento de la rentabilidad necesaria para la sustentabilidad y el crecimiento de toda la cadena láctea (producción e industria)”.
El CIL aseguró que “desde la crisis económica de diciembre de 2001, la mejora del precio al productor ha sido de 291,4 por ciento mientras que la evolución de los precios al consumidor de los productos lácteos fue menos de la mitad (115,31 por ciento, según INDEC)”, recordó el CIL.
Asimismo, el precio de setiembre se mantiene igual al del mes anterior, “cuando lo usual es que los mismos sufran la baja estacional habitual en este período del año”, resaltó la entidad empresaria.
Por otra parte, destacó el CIL, el precio al productor muestra en 2006 una recuperación del 3,2 por ciento respecto mismo período del año anterior, pese a la caída del 15 por ciento en los retornos por exportación, la estabilidad en los precios del mercado interno, la sobreoferta y el aumento en los costos.
En tanto, el titular de Carsfé, Manuel Cabanellas, denunció que “los industriales se quedan con el dinero”, por lo cual estimó que “hay que cambiar la conducta en la cadena de valor porque el productor es el que pierde”.
El dirigente sostuvo que si el gobierno elimina las retenciones, “lo lógico es que se exija que una participación vaya a los productores”, enfatizó.
En declaraciones radiales, Cabanellas consideró que la respuesta del gobierno al sector productivo “es la misma para el sector lechero, para el agrícola y el pecuario”, ya que “se protege al industrial, en el caso de la carne”, sin recordar que bajó el precio al productor en un 30 por ciento y al consumidor sólo en un 5 por ciento.
En su opinión, “lo mismo pasó en el trigo, que debería estar en 400 pesos por quintal” y, aunque esto no incide en el precio del pan, “le han puesto una protección para que la rentabilidad sea mayor para los empresarios de la exportación”.
Cabanellas consideró también que las empresas líderes del sector, cercanas al gobierno, “son las que menos se perjudican” y afirmó que “hay una sociedad oculta en la que se aceptan las condiciones que se ponen en la industria y además se incentivan”. Finalmente, el CIL aseguró que “el sector industrial entiende que las medidas adoptadas por el gobierno contribuirán a la estabilización de los precios al productor durante la próxima primavera pero las bajas de materia prima registradas son de escasa magnitud por lo que no deberían esperarse nuevas caídas de precio en lo sucesivo”.
