A pesar de haber mejorado su performance las últimas campañas, empresas líderes en producción como MSU SA, el Grupo Sofro La Redención, Los Grobo, Bellamar Estancias y Cabaña La República, no descansan en la búsqueda de un plus de rinde. Los socios de Infocampo en la Red de Observación Directa de Agricultura Sustentable (Rodas) concentran sus decisiones e inversiones en la elección del híbrido más adecuado para la zona, equipos de siembra para lograr una implantación uniforme, el incremento en la incorporación de nitrógeno para lotes de mayor potencial y en la capacitación de sus técnicos y asesores.
De esta manera, consiguen rendimientos que, en algunos casos, son 20% superiores a la media de la región.
En los campos que manejan en la zona de Inriville, el grupo liderado por Marcos Rodrigué (Sofro La Redención) pasará de las 1.000 hectáreas realizadas durante la campaña 2006/07 a 1.500. “Con los precios de hoy podemos salvar los costos con un rinde de 60-70 qq/ha y durante la campaña pasada, que fue histórica, en algunos lotes se consiguieron 130 qq”, destacó el gerente de campo, Fernando Storti. La fecha óptima de siembra es entre el 5 y el 25 de septiembre. Este es un dato importante, dado que obtuvieron hasta 15 qq/ha más en lotes sembrados los primeros días de septiembre, ajustados de agua, comparado con los que sembraron el 15 de octubre, con disponibilidad hídrica óptima. Para esta campaña, esperan sembrar alrededor de 600 ha sin necesidad de una nueva lluvia; el resto deberá esperar los primeros chaparrones (con 15 mm alcanzaría). Todo el maíz se siembra luego de soja de segunda puesto que la rotación es trigo-soja 2ª-maíz, y se cosecha del 16 de febrero en adelante, húmedo (el tope es 28%), por una cuestión de logística.
Apuntan a lograr un stand de 3,5 a 4 plantas por metro lineal y esta campaña incorporarán la siembra neumática para lograr una implantación más uniforme.
En cuanto a la nutrición, en julio se hace un barbecho con 3 litros de atrazina y 2 litros de glifosato y, si llueve, usan cipermetrina, para no tener problemas con gusano blanco. En los lotes de mayor potencial se colocan hasta 300 kg/ha de urea (unos 60 kg/ha de N). Este año harán todo al voleo, pero usualmente trabajan con una fuente nitrogenada líquida.
En total, Bellamar Estancias hace alrededor de 4.500 hectáreas de maíz y, en algunos establecimientos, crece la superficie del cereal en lotes que antes eran ganaderos. En El Silencio, situado en la localidad de Balcarce, donde según datos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires el promedio de la zona es de 60 qq/ ha, se obtienen entre 75 y 85 qq/ha. Allí, se trabaja con ciclos intermedios y se busca un stand de 75.000 plantas a cosecha. La fecha óptima es a partir de fines de septiembre, cuando se obtienen los 10 grados de temperatura de suelo requeridos durante tres días consecutivos. Una de las claves en la zona al momento de la siembra es trabajar con una sembradora que tenga incorporado un barrerastrojo (ubicado entre la cuchilla turbo y delante del abresurco), que permite lograr temperatura uniforme en el surco, un mejor tapado de la semilla, evitando nacimientos desuniformes. Además, donde no hay rastrojo los nacimientos son más rápidos.
Allí, se manejan híbridos de no mucho volumen de chala para que no complique siembras de cultivos siguientes, dado que la zona no necesita de mucha cobertura.
Con un manejo similar en cuanto a los equipos de siembra y rotación, en Miramar (otro de los establecimientos de Bellamar), la última campaña se lograron 71 qq/ha con picos de 80 en los mejores lotes.
El responsable de la red de ensayos del Grupo Los Grobo en Carlos Casares, Alex Ehrenhaus, destaca que este año están pensando en desdoblar la fertilización para lograr una aplicación más efectiva. La primera aplicación se haría cuando el cultivo tenga dos o tres hojas (V2-V3) y la segunda en V6. “La clave es la elección de genotipos, buen control de malezas, sobre todo entre siembra y cuatro hojas, y lograr una buena nutrición; asimismo, en la empresa, creemos que lo más importante es invertir en capacitación y actualización técnica para tener más herramientas y tomar las mejores decisiones”, destaca Ehrenhaus.
Cuando comience la siembra a fines de septiembre se agregarán 200 hectáreas a las 800 que sembraron el año pasado apuntando a rindes que oscilan entre 85 y 95 qq/ha. Pensando en el largo plazo, una de las claves es hacer una rotación en la que se incorporan dos gramíneas: soja 1ra.- trigo-soja 2da.-maíz.
Optan por la fertilización líquida, dado que se incorpora también azufre. De esta manera se han logrado interesantes respuestas logrando mejor calidad de grano, en términos de proteínas y fijación de potenciales granos en la espiga. Previo a la siembra hacen un curado de la semilla para controlar la aparición de gusano blanco e insectos de suelo.
Hasta hace cinco años en el establecimiento Santa Juana (Teodelina), propiedad de MSU, se lograban 100 qq/ha; la campaña pasada se llegó a los 130. El secreto está en los ajustes que han hecho en fertilización y en las fechas de siembra. Se pasó de 160 kg/ha de N totales a los 200. En tanto que dos meses antes de la siembra se incorporan 100 kg/ha de MAP al voleo y 100 a la siembra. También se aplican 12 a 15 kg de azufre elemento. En lo que respecta a la implantación, en vez de hacerlo a fines de agosto comenzaron a sembrar el 15 de septiembre, y lograron mayor emergencia, mayor stand de plantas y uniformidad.
Para 2007/08 planifican aumentar la superficie en Santa Juana de 1.000 a 1.500 ha.
En la zona tienen buen desempeño ciclos largos e intermedios. La siembra se hace con equipos con sistema neumático dado que no todas las semillas están bien calibradas. De esta manera se evitan los saltos o la doble implantación (y competencia entre plantas).
La Estancia Villamaría, que Cabaña La República tiene en Luján, no tiene mucha historia agrícola. No obstante, están en crecimiento. Allí, esta campaña duplicarán la superficie con maíz (de 35 a 70 ha) apuntando a rindes de 90 qq; aunque en 2006/07 lograron 120. La clave en la zona es sembrar el 15 de octubre, escapando a las últimas heladas del invierno y a las secas de enero, buscando que florezca en Navidad.
Juan I. Martínez Dodda / jdodda@infocampo.com.ar
