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Comenzó el mes de la primavera: ¿florecerán al fin las lluvias?

Pronósticos y perspectivas del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el INTA y la Bolsa de Comercio de Rosario intentan dilucidar qué sucederá con el clima en las próximas semanas.

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Por Infocampo

La llegada de El Niño ya es una certeza, pero eso no despeja incertidumbres; por ejemplo, en qué momento se activará con fuerza y traerá las lluvias que esperan vastos sectores productivos del país, no solo para acompañar los cultivos de invierno que ya exhiben síntomas de deterioro, sino también pensando en el inicio de la siembra gruesa.

En ese marco, se conocieron en los últimos días tres informes climáticos que abordan las perspectivas para las próximas semanas, intentando dilucidar si la primavera hará florecer finalmente las precipitaciones o habrá que seguir aguardando.

PRONÓSTICO TRIMESTRAL: LLUVIAS CON DISPARIDAD REGIONAL

En primer término, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) difundió su pronóstico climático trimestral con las condiciones de lluvias y temperaturas para el período septiembre – octubre – noviembre.

La precipitación esperada es la siguiente:

  • Superior a la normal: sobre el norte del Litoral (Corrientes y Misiones)
  • Normal o superior a la normal: sobre el sur del Litoral (Entre Ríos) y oeste de la Patagonia (Neuquén y zonas cercanas  al Cordillera de Río Negro, Chubut y Santa Cruz)
  • Normal: sobre el norte (Santiago del Estero, Chaco, Salta y Formosa), Cuyo (Mendoza y San Juan), La Pampa, Buenos Aires y este de la Patagonia.
  • Normal o inferior a la normal: sobre gran parte del NOA (Catamarca, La Rioja, Tucumán, oeste de Salta y Jujuy), Córdoba, San Luis y sur de Patagonia (sur de Santa Cruz y Tierra del Fuego).

¿SE ADELANTAN LAS LLUVIAS DE PRIMAVERA?

Por su parte, expertos del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) revelaron la posibilidad de que haya un cambio de ciclo y se adelanten las tradicionales lluvias de primavera.

De hecho, pronosticaron que a partir de este fin de semana se prevén lluvias y tormentas de variada intensidad sobre diversas regiones del país, lo que colaborará con una temprana recarga del agua en el suelo en zonas que llevan casi cuatro años de sequía, como el oeste y noroeste de Buenos Aires, Córdoba, La Pampa, sur y norte de Santa Fe, el litoral mesopotámico y norte de la Argentina.

Según el director del Centro de Investigación de Recursos Naturales (CIRN) del INTA, Pablo Mercuri, las perspectivas indicarían que, durante los primeros días de septiembre, se presentarían condiciones atmosféricas propicias para el desarrollo de lluvias y tormentas en amplias zonas productivas del centro y el litoral del país.


“Esta situación es muy beneficiosa porque permite una temprana recarga del agua el suelo para los lotes destinados a cultivos de gruesa y para las necesidades de trigos macollados. Que se proyecte una campaña con mejor regularidad en las lluvias es muy bueno para la planificación agropecuaria y la rotación de cultivos”, evaluó Mercuri.

También sostuvo que estas precipitaciones “ayudarían a recomponer el agua en zonas que aún no salieron de la situación deficitaria, luego de los casi cuatro años de sequía”.

Por su parte, Natalia Gattinoni, meteoróloga del Instituto de Clima y Agua del INTA Castelar, amplió: “Estamos iniciando la campaña 2023-24 con lotes en condiciones límites de agua disponible. En este contexto, la expectativa de lluvias a corto plazo se vuelve de importancia por parte de los productores del área agrícola centro, pero también norte del país”.

Y completó: “Dejamos atrás al fenómeno climático La Niña, para comenzar a transitar El Niño, en un momento en el que éste fenómeno tiende a comenzar a influir en las lluvias que pueden renovar las reservas de agua, tanto en la capa superficial como en profundidad, y resulta un aporte para los cultivos ya implantados”.

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¿CUÁNTA AGUA HACE FALTA EN LA ZONA NÚCLEO?

Por último, en su informe semanal para la zona núcleo, la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) analiza cuánta lluvia se necesita en esa región del país para sostener al trigo y apuntalar la posibilidad de iniciar la siembra de maíz.

Por el momento, las señales son de alarma: agosto finalizó con un déficit de precipitaciones del 80% y una desmejora generalizada de los lotes implantados con cultivos de fina.

El cálculo de la GEA es que lo ideal sería que en los primeros días de septiembre caigan alrededor de 50 milímetros, sobre todo pensando en implantar maíz temprano, pero que al menos con 30 milímetros el trigo garantizaría una buena cosecha y se podría avanzar en la siembra del cereal de verano. Siempre pensando que El Niño efectivamente se presentará con la primavera ya avanzada.


Todo esto es clave en el actual contexto financiero que enfrenta el productor, tras las fuertes pérdidas generadas por el desplome productivo de la cosecha 2022/23, a raíz de la sequía.

Cosechar el trigo es clave para contar con fondos a fin de año y poder volver a sembrar maíz temprano, y no tener que recurrir recién al tardío en diciembre, y después también sufrir falta de ingresos entre marzo y abril de 2024.

“Afortunadamente, hay un rayo de esperanza en el horizonte. Según los pronósticos, se esperan precipitaciones en forma de chaparrones y tormentas aisladas en la Región Núcleo a partir del 1° de septiembre”, destaca, en este marco, la GEA.

Los modelos numéricos predictivos sugieren que las lluvias se concentrarán en la franja este durante los primeros 10 días de septiembre, con un aumento gradual en su volumen y extensión hacia Santa Fe, el noroeste de Buenos Aires y posiblemente también el este de Córdoba.

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