Bajo el lema “Biorevolución, el puente entre agricultura convencional y agricultura regenerativa”, Rizobacter participó de una de las charlas que tuvo el Congreso Aapresid en Rosario.
Allí, Agustín Biagioni, vicepresidente de Marketing; y Keith Pitts, director global de estrategia y sustentabilidad, disertaron sobre el pasaje desde los tradicionales métodos para la actividad agraria hacia los que hoy pican en punta y que ya son exigencias en varias partes del mundo.
“Aapresid siempre tiene una convocatoria impresionante, cambia el lema, pero siempre está a la vanguardia. Somos miembros de Aapresid porque Rizobacter hace 47 años que es una referencia en Argentina y en la región en materia de cuidado de los suelos”, indicó Biagioni en diálogo con Infocampo.
En ese sentido, se animó a una humorada. En tiempos en los que la medición de la huella de carbono es una exigencia de la mano del cuidado de los suelos, en la compañía sienten que hay cierta coincidencia entre la actualidad y el espíritu de Rizobacter.
“Uno a veces se siente que es como lo de los extraterrestres, que nadie le cree hasta que aparecen. Bueno, ahí estamos nosotros. En un terreno en el que hace 47 años que venimos insistiendo”, planteó Biagioni.
Según recordaron, en materia de inoculantes de soja, la firma es líder global.
“Rizobacter no fue en contra de nadie. Sin embargo hoy lo que vemos es que el biológico debe ser un puente, porque los productores van a poder bajar la carga química usando biológicos, retrasar la aparición de resistencias en malezas y mejorar la huella ambiental”, expuso.
EXIGENCIAS EN EL MUNDO
Biagioni analizó las demandas externas de acuerdo a cada zona del mundo. En ese sentido señaló tres ejes distintos: Asia, Europa y Estados Unidos.
“En Asia hay una demanda más reactiva. De volumen, donde las exigencias son de aprovisionamiento, porque si se ponen exigentes no lograrían abastecer. Europa en cambio tiene una demanda baja y buscan mayores estándares y calidades. Hay cosas que antes eran algo importante a tener en cuenta, pero que hoy son exigencias. Y en Estados Unidos podemos decir que se trabaja centrados en el uso de tal o cual producto”, comparó.
Quien también dejó su palabra fue Juan Pablo Timpone, Responsable Global de Protección Foliar.
“Notamos un rotundo “sí” de parte del productor, a pesar del año duro. Fue una respuesta de confianza”, señaló en cuanto a la demanda de productos biológicos para sus producciones.
“El productor argentino es un productor ganador. Es muy tecnificado. Si le das fundamentos sale para adelante y elige ir a más. Sabe que si va a sumar por dos o por tres la inversión en valor que hace, tiene que cuidarla, y lo hace”, cerró.
