Para el próximo año se espera una nueva reducción del stock de vientres –que sería del orden de 0,3%– debido a la necesidad de generar liquidez en un contexto financiero restrictivo para el sector agropecuario, según informó CREA.
Tal es una de las conclusiones que se registraron en la primera actualización del Outlook Ganadero CREA 2019 realizado ayer jueves en la sede porteña de la entidad, el cual invita a revisar y actualizar la información del mercado pecuario vital para la toma de decisiones con mayor frecuencia.
Compartimos la información:
El stock bovino argentino en marzo de 2019 fue de 53.945.808 cabezas, una cifra prácticamente equivalente a la registrada un año atrás. Sin embargo, según datos oficiales de la Secretaría de Agroindustria, las existencias de vientres (vacas + vaquillonas) sumaban en esa fecha 31.053.342 cabezas, una cifra 259.073 animales menor a la del mismo mes de 2018 (-0,8%).
China, si bien en los últimos años ya se venía constituyendo como el principal comprador de carne argentina (y también del Mercosur), en 2019 seguirá consolidando esa posición a partir del déficit de proteínas cárnicas que experimentará por el impacto de la fiebre porcina africana, una enfermedad que obligó a la nación asiática a liquidar buena parte de su stock porcino.
Los precios FOB promedio del conjunto de cortes de cogote, aguja y paleta (“chuck and blade”) destinados a China subieron un 27% en lo que va del presente año, mientras que el garrón y brazuelo registraron un alza del 17%.
Se proyecta que en 2019 la demanda china origine desde la Argentina un volumen de carne bovina al menos 20% superior al del año pasado. La nación asiática importa mayormente cortes de bajo valor provenientes de vacas gordas, una categoría que en el último año mostró una importante valorización por ese motivo.
La participación de las hembras en la faena total argentina es muy alta: el último dato oficial (abril de 2019) muestra que alcanzó un 52,5%. Sin embargo, en el Outlook Ganadero CREA no se consideró que eso necesariamente represente un proceso de liquidación, dado que la cantidad nominal de vientres faenados se mantiene prácticamente constante; el crecimiento relativo obedece a una caída importante de la faena de machos.
La principal variable que explica la reducción de oferta es la aceleración de la tasa de extracción de novillitos y novillos, la cual, mientras que en el período 2003/2009 se ubicó en un promedio de 71%, en 2010/2015 creció hasta el 92% para alcanzar el 100% en 2016 y superar esa cifra a partir de 2017. Es decir: desde entonces se faenan terneros una vez liquidado todo el stock anual de novillitos y novillos.
En el primer trimestre de 2019 se registró una importante actualización de los precios internos de la hacienda, los cuales venían muy retrasados en 2018 debido a la sequía y el impacto negativo del cambio de precios relativos generado por la devaluación. Sin embargo, a partir del segundo trimestre de este año esa recuperación comenzó a licuarse por efecto de la inflación.
El empuje de la exportación no encuentra resistencia en el mercado interno debido a la caída del poder de compra experimentado por el consumidor argentino. Se proyecta que el consumo aparente promedio en 2019 se ubique en un rango de 50,0 a 51,7 kg/habitante.
El escenario climático de los próximos tres meses es favorable para la producción de forrajes en buena parte de las regiones ganaderas argentinas, con la excepción de parte de La Pampa y del sur y oeste bonaerense, donde una restricción hídrica otoñal afectó la oferta forrajera prevista.
En los próximos meses, debido a la actual coyuntura, se espera que los precios de la hacienda, medidos en pesos constantes, se mantengan en niveles similares a los actuales.