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La Bolsa de Cereales ve “cierto optimismo”, aunque reclama que las retenciones “sean perentorias”

Así lo expresó el presidente de la entidad, Raúl Cavallo, en diálogo con Infocampo en el marco del lanzamiento de la campaña gruesa 18/19. "La macroeconomía había llegado a un extremo", consideró.

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Por Infocampo

El presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Raúl Cavallo, analizó este miércoles el nuevo escenario para el sector agropecuario y señaló que la entidad ve “cierto optimismo”, aunque reclamó que las retenciones sean “perentorias”.

“Vemos la situación con cierto optimismo, aceptando que la condición macroeconómica está lejos de ser la ideal. Como país estamos habituados a este tipo de cosas. Apostamos al futuro, y queremos darle la trascendencia que merece el inicio de un nuevo ciclo agrícola”, dijo Cavallo en diálogo con Infocampo, en el marco del lanzamiento de la campaña gruesa 18/19.

El directivo remarcó que el golpe de la sequía fue “muy duro” y aseguró que “se sufrió no solamente en nuestro balance comercial, sino en el derrame en todas las localidades del interior del país”.

“El campo, o la agricultura en particular, tiene esa posibilidad de revancha inmediata“, sostuvo.

Consultado acerca de los posibles cambios de planes de los productores ante la vuelta de las retenciones y la quita de reintegros a la exportación, Cavallo confió en que “los replanteos sean mínimos”.

“Todos estamos de acuerdo en que las retenciones son el peor impuesto, pero también debemos aceptar que la macroeconomía había llegado a un extremo donde quedaban muy pocas alternativas. Tenemos que aceptarlo, comprenderlo, y eso sí: que sea perentorio, que tenga un valor fijo, que se vaya licuando con la inflación y que no ocurra como tantos otros impuestos, que vinieron por un corto período y quedaron para siempre. La permanencia será rechazada por todo el sector y traería serios perjuicios para el país“, consideró.

Sin embargo, destacó el tipo de cambio actual. “El país está pasando por una situación difícil, y mantener un dólar bajo no tenía sentido, se hacía muy difícil ser competitivo en un montón de oportunidades”, explicó Cavallo.