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Para 2024, anticipan un escenario de retracción en el consumo de carne vacuna

Con una menor oferta y precios elevados en los mostradores, el Rosgan estima que el consumo de carne vacuna a nivel local retrocederá a 45 kilos por habitante.

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Por Infocampo

Para 2024, el mercado ganadero de Rosario (Rosgan) proyecta un escenario de retracción en el consumo de carne vacuna, a partir de una menor disponibilidad de hacienda y una participación activa de los exportadores.

En este punto, marcaron dos tendencias bien definidas, con una oferta que buscará recuperar terreno tras un año marcado por una fuerte sequía que impactó en la productividad y un consumo por habitante que podría caer a 45 kilos anuales por habitante, a partir de la suba en los mostradores y un salario erosionado en su capacidad adquisitiva.

Al trazar el balance 2023, el Rosgan considera que el sector productivo comenzó a cerrar un año en donde la sequía fue protagonista excluyente.

Los resultados se traducen en una marcada caída tanto en las pariciones como en los destetes logrados, una menor productividad de carne y una mayor extracción de hacienda, sobre todo en hembras.

MENOS OFERTA, MENOS CONSUMO DE CARNE VACUNA

Pero a partir de la recomposición climática y el cambio de expectativas que generó el triunfo de Javier Milei en el balotaje del 19 de noviembre, todo indica que los productores enfocarán sus esfuerzos para incrementar la retención del rodeo.

“Sin embargo, no es posible precisar el grado de retención que logre realizar el productor en un marco de costos crecientes y escasas reservas financieras provenientes de un año que para muchos significó una fuerte descapitalización”, advirtieron desde la entidad rosarina.

Por el lado del feedlot, estimaron que, ante el incremento de oferta forrajera y un maíz más competitivo para la exportación, habrá un regreso a las invernada de base pastoril, mucho más accesible en precios con respecto a los corrales de engorde.

Con estas variables en juego, para el próximo año se espera una menor disponibilidad de terneros para engorde y una zafra posiblemente más lenta, en la medida que el criador logre retener mayor tiempo esos terneros.

EL BALANCE DE 2023

Los números globales que proyectó el Rosgan dan cuenta de esta situación de freno para la productividad.

Para 2023, se espera cerrar una faena de 14,5 millones de cabezas y una producción de carne que se ubicará sobre las 3,3 millones de toneladas.

El dato a tener en cuenta es que se resignaron muchos kilos de carne a partir de la caída en el peso de la media res, producto de la salida anticipada de hacienda ante el mal estado de los campos.

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Para el próximo ciclo y considerando la menor cantidad de terneros que ingresarán a feedlots y una mayor retención, el Rosgan anticipó una faena de 13,2 millones de cabezas, con una producción de carne que perdería 300.000 toneladas y se ubicará sobre las 3 millones de toneladas.

“En definitiva, por el lado de la oferta, en términos generales, el escenario proyectado nos remite a cifras similares a las observadas en 2021, año caracterizado por una marcada restricción de oferta”, argumentaron.

UN PANORAMA COMPLEJO PARA LA DEMANDA

A partir de mayo de 2021, desde el Rosgan señalaron que el Gobierno argentino decidió cerrar las exportaciones de carne, para desacoplarse de la tendencia alcista de los precios a nivel internacional.

En esos años y pese a los aumentos, el consumidor local convalidaba aumentos, todo para no resignar su nivel de consumo.

“Hoy no está claro cuánto más pueda resistir el consumidor local sin comenzar a restringir su ingesta de carne”, remarcaron.

Pero en los últimos días, quedó en evidencia que los consumidores se mostraron reticentes a convalidar un nuevo escalón de subas. “Esto nos da una primera señal de la respuesta que podríamos esperar por parte del mercado local en los próximos meses”, agregaron.

EXPORTADORES, CON VIENTO A FAVOR

Por otro lado, tras la reciente devaluación del peso, con un tipo de cambio oficial que pasó de $400 a $800, los frigoríficos exportadores mejoraron sus márgenes rentables.

Pero más allá de este viento a favor, el interrogante es cuanto tardará la inflación en erosionar esa mayor competitivdad.

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De todas maneras, el Rosgan arriesgó un pronóstico y adelantó que “el próximo ciclo refleja un marco más favorable a la exportación que al consumo doméstico y que presionará para sostener los niveles de actividad conseguidos este año, a fin de diluir los pesados costos de estructura que recaerán sobre la operación”.

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