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El oficialismo quiere politizar el INTA

El principal objetivo del proyecto es quitar a los profesionales agropecuarios de la conducción ejecutiva, dejándola en manos de funcionarios de los Ministerios de Ambiente y Desarrollo Sostenible y Agricultura, además de Senasa y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

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Por Fundación
Barbechando

Organización No Gubernamental de productores y profesionales que trabajan en acercar el sector al poder legislativo nacional.

Desde hace varias semanas el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) está en la
primera plana de la agenda mediática por sucesivos tironeos con el oficialismo, todos relacionados al ámbito legislativo: Senado sancionó ceder tierras del INTA Sumalao al gobierno de Catamarca y dos legisladoras oficialistas proponen eliminar a la producción del Consejo Directivo del organismo técnico.

Primero el Senado de la Nación aprobó por unanimidad y giró a Diputados el proyecto de ley, de autoría del senador Dalmacio Mera (FDT-Catamarca), que transfiere a título gratuito a la Provincia de Catamarca el inmueble en el que funciona actualmente una estación experimental agropecuaria del Inta, ubicado en Sumalao, Valle Viejo.

Ahora el mal trago viene de parte de una nueva iniciativa que directamente propone cambiar la dirección de la entidad, impulsado por Alcira Figueroa (FDT-Salta), quien ingresó recientemente en reemplazo de Juan Ameri y excoordinadora provincial del Programa ProHuerta en Salta y Mabel Caparrós (FDT-Tierra del Fuego).

El principal objetivo del proyecto es quitar a los profesionales agropecuarios de la conducción
ejecutiva, dejándola en manos de funcionarios de los Ministerios de Ambiente y Desarrollo
Sostenible y Agricultura, además de Senasa y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (INAI).

El Consejo Directivo, que actualmente está integrado por 10 personas, pasará a estar formado sólo por ocho y no podrá incluir a representantes de las entidades rurales (Cra, Coninagro, Federación Agraria o Sociedad Rural Argentina), de las técnicas como CREA, ni de las universidades públicas como las Facultades de Ciencias Agrarias y de Ciencias Veterinarias.

De aprobarse esta iniciativa, el equilibrio entre el sector público y el privado se quebraría y la política ingresaría al Instituto. La Argentina no se ha caracterizado por tener manejos estatales claros y exitosos salvo cuando se refiere al trabajo del INTA: durante más de 60 años ha sido clave para desarrollar la competitividad tecnológica que caracteriza a la agroindustria nacional, y que la destaca en el mapa.

“La agricultura y la ganadería tienen un rol protagónico en la economía y en la política nacional. El agro es uno de los cimientos sobre el cual la sociedad argentina se edifica. El INTA surge, entonces, con una particularidad novedosa: la convergencia de la investigación y la extensión agropecuaria en un mismo organismo”, afirman las autoras del proyecto en sus fundamentos.

¿Por qué cambiarla? ¿Qué fines se persiguen a través de esta modificación propuesta? El INTA es una institución de prestigio, nacional e internacional, que ha hecho y hace aportes constantes e imprescindibles al sistema productivo argentino.

Se pretende, a través de la modificación propuesta, diluir la representación académica, técnica y de la producción de su órgano decisor: no es un cambio que parezca buscar la excelencia que ha caracterizado su historia. Nuestra historia.

INTA: Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria: SI

INPP: Instituto Nacional de Políticas Partidarias: NO