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El INTI creó un limpiador de frutas y hortalizas que “arrastra” la suciedad del producto

Con el fin de mejorar la inocuidad y calidad de los alimentos, el organismo desarrolló este limpiador que baja la carga microbiana y desplaza la suciedad que se encuentra en el producto. La empresa nacional Pampa Trade S.A se interesó en la tecnología y ya está realizando gestiones para lanzarla al mercado.

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Por Infocampo

Es sabido que la incorrecta limpieza de frutas y verduras puede provocar daños en la salud. Por este motivo, es cada vez más frecuente encontrar campañas y organismos que se preocupen por este tema, desarrollando ideas y artefactos únicos, como en este caso lo hizo el Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI).

Mariana Sánchez, coordinadora del Área de desarrollo de nuevos productos de INTI, se comunicó con la Revista InterNos y comentó que el organismo trabajaba desde hace algún tiempo en este producto, y que a partir de la solicitud de Pampa Trade S.A, se realizó un convenio de desarrollo de transferencia de tecnología.

El mismo permitirá que INTI reciba regalías en la medida que su desarrollo sea redituable en el mercado. “Anteriormente, cuando se hacía un trabajo de este tipo, se vendía la tecnología y el INTI se desvinculaba de la misma. Ahora se planteó un nuevo modelo donde el organismo seguirá cobrando un tiempo por esa tecnología. Tiene que ver con revalorizar nuestro trabajo”, relató Sánchez.

El limpiador

Este implemento se aplica por aspersión y sirve tanto para las frutas y hortalizas del sistema de producción tradicional, como para el orgánico o el agroecológico, ya que permite “arrastrar” la suciedad del producto, como también eliminar la carga microbiana de manera significativa.

Asimismo, su utilización reduciría restos de agroquímicos en productos que fueron cosechados sin respetar el período de carencia. Sánchez remarcó que la idea es que en todos los casos el rociador funcione como un “reaseguro” sobre los alimentos consumidos.

En cuanto al término “arrastre”, aclaran que se utiliza debido a que la fórmula del producto -biodegradable- no está diseñada para matar las bacterias, sino para desprenderlas de la superficie de las frutas y hortalizas. Luego de su aplicación el alimento en cuestión debe ser enjuagado con abundante agua.

“El producto fue testeado frente a la presencia de algunos patógenos que, según estadísticas, son los más comunes, como Escherichia coli, Salmonella y Lysteria, entre otros. Y se aplicó sobre diversas cargas microbianas”, indicaron los especialistas.

Los resultados mostraron que con este desarrollo, de cada 1000 bacterias iniciales sólo queda 1 en el producto final.

“El producto fue desarrollado con un objetivo: mejorar la inocuidad de los alimentos frescos. Tenemos evidencia científica sobre cuál es el mecanismo de acción que lo logra. En una segunda instancia nos encontramos con el hallazgo de que el producto mejora porcentualmente la vida útil de las frutas y hortalizas, en algunos casos un 30%, 40% o hasta 50%. Pero todavía no sabemos concretamente el motivo. Si bien tenemos hipótesis, por ahora estamos buscando su explicación científica”, detalló Sanchez frente al cuestionamiento de los medios acerca del objetivo principal de la creación de este producto.

Según afirmó la especialista, este producto es efectivo con todas las variedades de frutas y hortalizas, aunque “se necesita más cantidad en productos con mayor superficie”. Y explica: “Por ejemplo, limpiar un brócoli, que tiene flores e intersticios, requerirá más cantidad de producto que una hortaliza de superficie lisa como un tomate”. El promedio utilizado es de entre 10 y 20 mililitros por aplicación.

El rociador estará a la venta en un mes y tendrá un valor accesible en el mercado (alrededor de 100$ el litro, aunque no está confirmado) y llevará la leyenda desarrollado y formulado en INTI.

Por último, el equipo que llevó adelante este proyecto estuvo conformado por Julieta González y Ricardo Dománico, este último responsable técnico del mismo.