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Los nuevos números del USDA aportaron más dudas que certezas sobre la siembra en EE.UU.

El organismo publicó el reporte de área y sorprendió al mercado con revisiones inesperadas. El escenario continúa dominado por incertidumbre y no se descartan nuevos ajustes.

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Por Ariel
Tejera

Responsable de Análisis de Mercados

En una campaña atípica, los números oficiales no lograron aportar certezas sobre el resultado productivo americano. El viernes, el USDA publicó un reporte muy esperado: el de siembra en EE.UU. Los datos generaron sorpresas e impactaron de lleno en los mercados. Pero, la superficie destinada a soja y maíz continúa constituyendo una variable incierta, con la que deberán lidiar analistas y operadores. Tales son las dudas que se ciernen sobre la fiabilidad de las cifras recientes, que el mismo organismo anunció que llevará adelante un nuevo relevamiento en el mes próximo, para determinar posibles ajustes (situación que resulta totalmente anómala). Ante este escenario, no se descartan nuevos movimientos en los precios, en el trascurso de las próximas semanas.

Hacia fines de junio, los mercados aguardaban con gran expectativa la publicación del reporte de siembra del USDA. En soja y maíz se mantenían amplitud de estimaciones, en un ciclo donde el clima había impuestos fuertes demoras en las tareas y posible alteración respecto a las intenciones iniciales.

Recordamos que el USDA, en el reporte de intención de siembra del mes de marzo, apuntaba a una expansión de área de maíz (respecto al ciclo previo) a 37,5 mill. has., mientras que en soja indicaba 34,2 milll. has. Pero las perspectivas comenzaron a opacarse ante el predominio de condiciones climáticas adversas. Tal fue el deterioro que el USDA, en su reporte mensual de principios de junio, realizó un ajuste (muy preliminar) a la baja en área y rindes de maíz.

Volviendo al reporte de siembra del último viernes, en maíz, el mercado apostaba, en consenso, a un recorte de superficie respecto de lo anunciado como intención en marzo. De todas formas, cierto grado de incertidumbre quedaba reflejado en el abanico de estimaciones, con un máximo que apuntaba a 36,3 mill. has. y un mínimo ubicado en 33,1 mill. has.

Por otra parte, en soja, las perspectivas mantenidas por los analistas no encontraban un signo definido. Si bien, en promedio, no se esperaban cambios significativos respecto a la intención de marzo (34,2 mill. has.), un segmento apostaba a un recorte (con mínimo en 32,7 mill. has.), mientras que otro esperaba un aumento, por traspaso de área de maíz (con un máximo pautado en 35 mill. has.).

Finalmente, el viernes, llegó el veredicto oficial. Los números del USDA generaron sorpresa y polémica, disparando marcados ajustes de posiciones en el mercado mundial de referencia. Contra todos los pronósticos, el área de maíz fue ubicada en 37,1 mill. has. (cerca de 0,8 mill. has. por encima del máximo previsto). En tanto, en soja, el cálculo se revisó a la baja a 32,3 mill. has. (cerca de 0,4 mill. has. por debajo del mínimo previsto).

De todas formas, a pesar de haberse presentado los datos oficiales de área, la sed de certeza sobre tal variable clave no logró ser saciada. La especulación en torno a nuevos ajustes en la superficie sembrada permanece vigente en los mercados.

Debe destacarse que el mismo USDA admitió que los números publicados podrían estar desactualizados. Esto responde a la metolodología utilizada para realizar el relevamiento. Más precisamente, a la fecha en que se lleva adelante, a saber, la primera quincena del mes de junio. Bajo condiciones normales, para el 15/06, la siembra suele alcanzar cerca del 100% para maíz y 93% para soja. Por lo que el avance de las tareas, en las semanas restantes, suele ser previsible y permite al USDA realizar un cálculo relativamente fiable de lo que será el área total. Pero, en esta ocasión, solo se había cubierto el 90% en maíz y el 77% en soja hacia medidos de junio, y el clima podría haber impuesto cambios en las decisiones de siembra con posterioridad a dicha fecha. Esto llevó al organismo a anunciar, tras la publicación de las cifras oficiales, que estaría llevando a cabo un nuevo relevamiento en 14 estados productores de EE.UU. Entre estos aparecen Illinois, Indiana, Iowa, Kansas, Michigan, Minnesota, Missouri, Nebraska, Dakota del Norte, Ohio, Dakota del Sur y Wisconsin. Los nuevos datos, podrían estar disponibles en el reporte mensual del 12 de Agosto. En suma, los números aportados el viernes no terminan de despejar el panorama productivo en EE.UU. y, posiblemente, haya que esperar un tiempo más para poder contar con un escenario más certero.

Así, de momento, podríamos esperar un aumento en el cálculo de producción de maíz y un posible recorte en soja, en el próximo reporte mensual de julio. Tomando ciertos supuestos de pérdida de área y rindes, el volumen de cosecha del cereal podría ubicarse en torno a 354 mill. tn. (frente a los 347 mill. tn. de principios de junio). En cambio, en soja, el ajuste resultaría en sentido negativo, con un volumen de producción que podría rondar los 106 mill. tn. (frente a 112,9 mill. tn. calculadas en el último informe mensual).

¿Y los precios?

La coyuntura presenta diferencias en maíz y en soja, ante los fundamentos que los rigen los distintos mercados. Mientras que en el primero, la consolidación de un escenario de mayor producción podría condicionar los avances de los precios; en la oleaginosa, más allá de una posible caída en el volumen de cosecha, debe ponderarse el rumbo que tome el conflicto comercial con China. En este sentido, la hipótesis de acercamiento, tras el último encuentro de mandatarios, podría brindar respaldo adicional a los precios en el mercado mundial de referencia. De todas formas, EE.UU. cuenta con un holgado stock de mercadería y estaría empalmando cosechas con un volumen récord (de 25-30 mill. tn.).

Ahora bien, como adelantamos, las tareas de siembra aun continúan sobre los campos y pasará algún tiempo hasta que el mercado logre contar con una idea precisa en lo que hace a hectáreas cubiertas con maíz y soja. Es por esto que podríamos continuar transitando semanas de importantes ajustes en los precios, a medida que se logre incorporar nueva información.

La mejor estrategia, tener los números propios bien afilados y estudiados, para poder cerrar márgenes cuando los precios alcanzan niveles adecuados para el negocio. En tanto, para quienes deseen dejar abierta la puerta a captar posibles subas, debe recordarse que los mercados ofrecen una variedad de herramientas, sin la necesidad de poner en juego la totalidad de los resultados.

*Por Lic. Ariel R. Tejera
Responsable Dpto. de Análisis de Mercados
Grassi S.A.
www.grassisa.com.ar